1. EL RELATO DE LAS BRASAS
ASUNTO: NOTICIAS DE
NAVIDAD
Cuando aún estamos
aquí
y nos hemos
reencontrado
mientras se
extingue el incienso
y los relatos de
los hijos
nos rescatan
el frío
que marca los
cuerpos del sur
apenas nos roza
nos acerca otra
vez.
Algo preservó
nuestra certeza
lo difícil de
comprender o de aceptar
vino solo.
Unidas
como cuando
anclábamos pactos en el futuro
mencionamos
el cordero para el
almuerzo
las abuelas especiales
la familia.
En las antípodas
en los detalles
la vida fue
haciéndonos.
Tantos los años
transcurridos, tan breve el tiempo
de la ausencia.
A Carol, en el
Maitén
UN LAGO
Cuentan que la
profundidad de un lago
es semejante a la
altura
de las montañas que
lo rodean.
Cada vez que
observo
esa superficie
al ras de una breve
playa
me conmueve este
pensamiento.
Era un día de
febrero
un día cálido, sin
viento.
Carmen dormía.
Vos y yo
caminábamos en el muelle
haciendo equilibrio
entre hierros
atravesados
sobre un apoyo
invisible.
No te animabas a
zambullirte
–el agua de un lago
siempre es fría, casi helada–
yo apenas jugaba
con los pies descalzos
en el oleaje.
Todo el mundo
estaba ahí.
La cabaña a pocos
metros
el silencio
y en la montaña
la presencia inalterable
del fondo del lago.
A nuestra
familia Quintana en Esquel
ALABANZA
Por tres
generaciones
–que yo sepa–
las mujeres de mi
familia
perdieron su cría.
Cuando esperaba a
mi hijo pensaba en ello.
Comprendí que
estaba marcada
que era posible tanto
la noche como el
día
por eso
le hablaba a mi
criatura
como quien en el
buen clima siega el heno
y para el tiempo
inclemente
prepara los
enseres.
Sangré.
Sangrar no es buena
cosa antes del parto.
Ahora
cuando mi hijo va y
viene por los caminos del Señor
siento su presencia
natural, como la lluvia o el ciruelo
pero hay un
instante, en cada día,
que vislumbro el
milagro
–la diferencia–
y agradezco.
CANAL DE NAVEGACIÓN
A diferencia de
esta opacidad
la geometría de tu
luz
es el espacio donde
mi barco
se desliza
sobre aguas
que adquieren color
sólo en el lecho de
tu río.
2. LO ETERNO Y LO QUEBRADO
LO ETERNO Y LO
QUEBRADO
En un poema un
amigo se pregunta
acerca de la
inocencia
del lirismo.
Duda de la lengua
de un pueblo
por las acciones de
ese pueblo.
Leo en el I Ching
lo eterno y lo quebrado colisionan.
En su decantada
sabiduría
el libro sapiencial
me orienta.
Descanso
entre sus dos
extremos
sobre el movimiento
cambiante de las cosas.
Resistir, como escribió un poeta en el principio.
Ni irse, ni quedarse.
Así la persistencia
cuyo sabio lirismo
es inocente.
UNA CICATRIZ
Con una cicatriz
calmó a tu intruso.
Como a nosotros,
derramada,
te deja ir y venir.
Igual de terca se
desliza ahora
en cada pleamar.
Ni promesas. Ni grandes
confesiones.
Sobre el rocío de
un año que recién empieza
la muerte ha dejado
su llave en tu portón
pero se ha ido.
3. ÍNTIMA PAZ
TRÍPTICO DE
SANTIAGO
II
Me gustaría hablar con alguien
alguien que se acerque
que se siente junto a mí en este banco del parque
y me hable
en un idioma amigo
sosegado
como esta paloma que abajito me mira
y me conversa.
Me gustaría hablar con alguien
alguien que se acerque
que se siente junto a mí en este banco del parque
y me hable
en un idioma amigo
sosegado
como esta paloma que abajito me mira
y me conversa.
En
“Bajo los ríos del cielo”, Ediciones Al Margen, 2014. Selección de textos: Jmp.
Foto: Sandra Cornejo, José María Pallaoro y Norma Etcheverry, “Presentación
revista de poesía El espiniyo”, otoño 2005. Archivo de la talita dorada.
Sandra Cornejo (La
Plata, 14 de abril de 1962).
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