Poemas de Mario Trejo, selección de El uso de la palabra


ORGASMO


1
Breve vida feliz
Breve muerte feliz


2
Pasó ya el tiempo de destrucción.
Atrás quedaron los mordiscos del cáncer
los huesos roídos o furiosos
historia de un momento
de un segundo
de un estrépito
historia de una mujer desnuda lentamente.

Se enciende entonces el primer recuerdo
infancia de cordones arqueológicos
invisibles y vivos
violentas presiones de la luz
escenas resbalosas
recuerdos de mercurio.

Pronto me vi
en medio de los primeros tumultos
adicto ya a la muerte
luto tenaz que nunca me abandona.

Delirio de las familias
bacanal de ciegos en un país de sordos
la consigna es huir
volar hacia el sol de la noche
explosiones de nombres
rasgos risas agujas
crepitaciones olorosas
sílabas cazadas una a una
erecciones viajeras
angurrias cardinales.
Aquí está la clave:
huir.
Regresar es nacer.


3
Huir de la pequeña historia.
La anécdota me saca de quicio.
Vivamos el Gran Cuento.
Estoy traduciendo.
Hablo una lengua que apenas conozco
sonidos heredados
robados a lo lejos
ruidos enfermos de cultura.
Yo quiero hablar mi lengua
lengua huérfana
asesina del padre y de la madre
lengua experta
jerga de la experiencia.
Tartamudeo
gruño
digo sólo estertores.

La garganta se seca
vomito canciones mongoloides
y mi madre junto a mí
repite que me deja para siempre.
Un aeropuerto está cerca.
Siempre será así.


4
Volvamos al Gran Cuento.
La Historia
parida o parturienta.
El pulgar que se opone a la palma.
Milagro de la mano.
Sentidos.
Oreja lengua nariz
y sobre todo piel y ojos.
Escribo al dictado.
No me disculpo.
Hay poco tiempo.
De un momento a otro
de un hombre a otro
no hay más que la distancia de una imagen.
Ni ilusión ni realidad.


5
Los ejércitos se encuentran a las puertas de la vida.
Vienen con todo.
De los sables caen gotas de asco.
Los caballos bufan
y los búfalos se acercan al galope.
No hay que errar el tiro.
Queda una sola bala.
Apretar bien el arma contra el hombro
contener la respiración
hasta que el universo todo se detenga.
Sólo un ojo sobrevive
y el miedo es la bestia que galopa hacia nosotros.
La mano tiembla apenas.
La salud está crispada.
Sólo falta disparar.
Breve vida feliz.
Breve muerte feliz.


6
La bala contra el búfalo.
Ella
la que quiero
entre el búfalo y la bala.
Ahora todo es puro espacio que cruzará su sombra
su fantasma
su cuerpo real que los buitres comerán más tarde.
Porque búfalo y bala
han llegado juntos a ese cuerpo querido.
Mujer poesía libertad justicia.
Ella
mi vida.
Los amigos nos rodean de calibres.
Los buitres siguen leyendo
y en el planeta sólo retumba mi soledad.


7
Nostalgia de palacio o de caverna.
Allí todo hubiera sido diferente.
No me quejo.
Sólo quiero aclarar.
Quise hacer el primer fuego
y otros lo habían hecho antes.
Quise incendiar los castillos
y solo quedaban las ruinas.
Mi cuerpo acude a la ceremonia.
Es lo último que recuerdo.


8
Pero entre tiempo y conciencia
es necesario que ocurran algunos relámpagos.
La sombra será entonces
más nítida que el objeto.
Llueve desde hace meses.
Nieva en la Cordillera.
Los caminos están bloqueados.
Resbalo sobre el hielo.
Ciego en el viento blanco.
La ropa no termina de secarse en mi cuerpo.
Estoy aterido.
Elijo o me atrevo a los nombres propios.
Regreso a los imperios concretos.
Estoy a punto de verdad.
Vacilo
acudo a la estrategia
oculto el nombre de los cuerpos
amados y amantes
de esas voces amigas y enemigas
de ríos y montañas
de mares y desiertos
de locas avenidas en locas capitales.
No importa en qué lugar
una palabra hará siempre de látigo.


9
No hay nada más honesto que la necesidad.


10
Ha llegado la hora.
Confesaré.
Daré datos precisos.
No mentiré.
No caeré en contrabando.
Tomaré todas las drogas.
Acataré lo sagrado y lo profano
su único hijo
nuestro dolor.
No codiciaré la muerte del prójimo.
Me revolcaré sólo de amor.
La noche, sabemos, etcétera, etcétera, etcétera.
El alba
ya lo dije
es oficio de sobrevivientes.


11
Orgasmo
Breve vida feliz
Breve muerte feliz

En él vengo al mundo
en él soy Dios
el universo me recibe
soy el sol
y soy el relámpago que me mata

Breve vida feliz
Breve muerte feliz

A Fernando Birri



APUNTES PARA UNA CRÍTICA DE LA RAZÓN POÉTICA


Digamos, por ejemplo:
por un punto dado fuera de la luna
sólo podrá trazarse a dicha luna
una perpendicular y sólo una.

O también:
llámase barroco a todo aquel
para quien la distancia menor
entre dos puntos es la curva.

Proposición:
pasar de la poética de la moral
a la moral poética.

Ejemplo:
de dos peligros debe cuidarse el hombre nuevo:
de la derecha cuando es diestra
de la izquierda cuando es siniestra.

En resumen:
más vale ser cabeza de león
que cola de ratón.

El mejor modo de esperar es ir al encuentro.


LABIOS LIBRES


Al cabo de las tierras y los días
de horarios y partidas y llegadas
y aeropuertos comidos por la niebla
enfermo de países y kilómetros
y rápidos hoteles compartidos

Luego de esperas
prisas
y rostros y paisajes diferentes
y seres encandilados por el olvido
o abiertamente besados por la vida

Después de aquella amada
y esa otra apenas entrevista
mujeres cogidas por mi soledad
y ahogadas por las bellas catástrofes

Luego de la violencia y el deseo
de comenzarlo todo nuevamente
y los errores
y los malentendidos cotidianos
y los hábitos torrenciales del trópico
y noches acariciadas por el alcohol
y tabaco fumado con tanta incertidumbre

Al cabo de un nombre que no me atrevo a decir
y de alguien que yo llamaba Irene
de cierta voz
cierta manera de clavar los ojos
al cabo de mi fe en el entendimiento de los hombres
y en el corazón de ciudades y pueblos
que nunca sabrán de mí

Luego de tanta tentativa de huirme o enfrentarme
y comprender que estoy solo
pero no estoy solo
al cabo de amores corroídos
y límites violados
y de la certidumbre de que toda la vida
no es más que los escombros
de otra que debió haber sido

Al cabo del hachazo irreparable del tiempo
sólo puedo blandir estas palabras
esta obstinación de años y distancias
que se llama poesía


LOS CAMPEONES DE LA NOCHE


Ninguna ley tengo para ofrecer
ninguna profecía
salvo la muerte y las revoluciones victoriosas

Dejemos entonces al guerrero en paz
y a los hermanos rotos en medio del camino
Pasemos al sacrificio
La ceremonia está servida:
abrazos celebrados detrás de la ciudad
besos en andenes movedizos
mudas consignas en salas de espera
y a veces ni un guiño
nada para despistar
nada para sobreentender
sólo los ojos lacios como en mesa de póker

Ya no podremos ser los elegidos por el sol
los cachorros feroces que asombrarían al mundo
Apenas sí hemos nacido sin querer
viejos desconocidos a quienes llamo mis amigos
perdidos en el trasbordo y sin saber qué tren tomar!

Pero mis compatriotas juegan a dormir y a olvidarse de todo
borrachos que invocan a Dios como a una deuda de juego
soldados que hacen patria en los umbrales
pálidos maricas dispuestos a fingir hasta el alba
parejas para las que ha terminado sin gloria
esta noche en la que tanto creyeron
y también el húmedo insomne
que mueve sus ojos desde el hospital
acechando el ruido de los libres
aullando por la droga que le traerá el olvido
el negro paraíso que es dormir una noche

Y aquí
en el centro de la ciudad
las tiernas actrices leen su nombre en el diario
y los tenebrosos también quieren saber qué pasa en el mundo
mientras los coches llevan solitarias parejas
y todos tanteamos una cama y un nuevo sueño
y la mañana viene trayendo la luz y la paz
pero no para todos
apenas para nosotros
los ganadores
los verdaderos campeones de la noche

A Paco y Juan,
fechadamente



HABLEMOS DEL LOBO


Solidario en la nieve olfatea
Perseguidor de huellas y de tufos

La víctima comparece

Salto
Dentellada
Sangre sobre la nieve
Breve pasión que otro verdugo
Desde lejos
Abolirá de un balazo

El reino de la necesidad no conoce moral


HEGEL VOYEUR A ORILLAS DEL MAR ROJO


Rabiosos son los lobos del verano,
aullido a pleno sol, baba y colmillos
que arrojan salomónicos cuchillos
contra la flor oscura de tu ano.

Desnuda contra el mar, llevas tu mano
de guante negro hacia los sencillos
repliegues de tu carne, los anillos
elásticos de tu sexo anglicano.

Catorce mil trescientos veinte orgasmos
fueron los días que vivió el hirsuto
fornicador sobre el que hoy cabalgas.

Obsérvalo observarse en tus espasmos
como Hegel se espiaba en su Absoluto.
Siéntele hundir su angustia entre tus nalgas.


DE PUÑO Y LETRA


Me doy por vencido.
La religión la mafia
la política y el fútbol
el ejército y la moda
mueven más gente que yo.

Son millones o pocos
pero totalmente decididos
al todo por el todo.
Yo sólo tengo que ver
con las pequeñas multitudes
de un cine de trasnoche
con la soledad de los jugadores
que ofician una partida de ajedrez
con la tibieza de algunas mujeres.

Leo
vuelvo a ver una vieja película
hago noche en Coltrane
y estiro el brazo y acaricio a mi bella
que fuma y ahora me convida.


SOLICITUD DE CLEMENCIA


Yo sólo pido perdón
por haber besado las playas del Mar Rojo
haber visto las luces de Aqaba en el amanecer verde
haber tomado mate entre el humo de los asesinos
haber temblado ante el incesto
de pez piedra con las piedras
del sol con la belleza
de mis sueños con la realidad

Yo sólo pido perdón
por haber inventado las montañas de Arabia Saudita


ABAJO LAS MÁSCARAS


Hablando de Musil, Broch recordaba que para Hofmannsthal
el mejor escondite de la profundidad es la superficie.

Rimbaud ejerció durante tres años su sarampión poético.
La poesía no se repuso, todavía.

Gallois expulsó su ecuación la noche previa a su muerte en un duelo.
Tenía veinte años. La ecuación persiste.

Hokusai pedía ciento diez años de vida para que todo el mar cupiese en un punto de su pincel de marta sibilina.

Para J.B., la vida duraba menos que un balazo. Jane Bowles: qué angustia elegir en un menú, cuando hay tan poco tiempo!

Atención. El primer suicida fracasó. En una noche que aún olía a dientes de sable, la rama no resistió a su peso.
Pero el gesto perdura. Descubrió la cultura profunda, la que dice no desde una superficie que nos enceguece.

Avancemos, espada en alto, entre esta selva de antifaces.

a Juan Andralis



Selección de poemas de José María Pallaoro. De: “El uso de la palabra. Antología personal”, Ediciones Colihue, 2004. Imagen: detalle tapa “El uso de la palabra”.

Mario Trejo nació el 13 de enero de 1926 en La Plata
.

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