José María Pallaoro y 33 papelitos y una mora horizontal

City Bell, 11.05.11-10.10.11

Para aquella que es
la imagen verdadera


La imagen verdadera

Las piernas heladas, y una melodía que zumba, zumba, zumba. Nadie toca la tapa del cielo, una luna perdida. Un maldito olor que sale de entre las piernas de un durazno dormido en la pileta de la cocina. En la casa el estío se eterniza, es la hora de anclar. Pero el espacio es limitado y hay una incesante negociación donde siempre se pierde. Bingo. Zumba. Bingo. Zumba. Turbulento fluir del tiempo. Ramas cortadas, afuera, secas y frías, como mis pies. Limpiar la estufa de cenizas, limpiar la casa de camelias blancas, despejar el lugar para dar cabida al cielo del otoño. Una manera de curarse, islas, donde lo que sana se desnuda, y se cubre y protege de la lana ancha del agua. Zumba. Se activa el sonido. Zumba. El obturador, zumba. Y al cerrar los ojos, la fotografía caracolea un camino, y a lo lejos se ve la mora y un patio donde poder encontrarse.

11.05.11


Flujos

Velocidad de la muerte,
de tu no-decir.

Nada benigno rodeará el miedo
camuflado con sonrisas de leche y viento.

La escéptica noche
en el flujo de tus ojos ciegos.

Lo tangible, como ausencia abriga
el espesor del frío.

17.05.11


Alimentos

En la noche, vals de sauce y álamos y enamoradas de los muros como ojos de búho o de gato. La máquina con sus destellos hace invisible la cajita vacía de yogurt. “Ando con las lamparitas bajas”. Y no tenía la menor idea. Después, besé la piedra dentro de la canasta con frutas secas y pensé no hay leche en la estufa hogar (la boca quemada se me hizo agua y até un hilo en el dedo para no olvidar otro otoño sin vos).

23.05.11


Sontag

En el breve atardecer, la noche desnace al hijo. La lluvia cae salpicando las naranjas que aún no pude juntar. Hace frío en el galpón de los sueños, y a ella le agrada la fotografía perfecta del amor. Su nombre vibra lejos, como el negro cigarrillo que seguro se consume entre sus dedos. Hay un humo que se disipa junto al corte de luz involuntario. A oscuras, cierra los ojos y, en el hueco que dejó mi corazón extirpado hace más de seis años, ve nuestro atardecer mojado de jugos ilícitos.

24.05.11


Gutenberg

En la expresión de sus ojos se refleja la mueca gris de todos estos años. Entre sus dientes percibe el ronroneo de un correo electrónico que nunca termina de enviar. No son días de pensamientos para libros fatigosos de poco más de ochenta páginas. El pensar, ¿alguna vez fue? En esa casa los mosaicos se mantuvieron fríos y sucios, abandonados a la buena del viento que jamás meció matas de lirio. Estamos solos; y el pensar, un mundo de otra galaxia.

25.05.11


Cosas

Tus ojos miran
Entre el cielo y la tierra
Demasiadas cosas.

25.05.11


Esa, única, tarde

Del otro lado desciende el sol, despacio, tibio. En el claroscuro del hogar, camina un aire íntimo a través de las vacías ventanas. Este. Noroeste. El lenguaje huele a naranjas y moras y voces que vendrán después. Hay un sentido. La joven, que mueve las manos en el espesor de una balada interminable de Leonard Cohen, no sabe aún que su fuerza, su belleza, respiran en sus ojos oscuros. La visita, para que no se congelen los ríos, acomoda la espalda en el sillón inagotable de pañuelos y carpetas. Bovary juega con una pelotita roja que una y otra vez derrota el viejo polvo de los escaparates de lectura (hay una fotografía no revelada). La cita como respuesta, el pensamiento de una felicidad que falta, intensa espera. Luego, el atardecer donde la luna parecía apagarse perpetuamente. Que parecía, sí. Iluminada de luna. Esa, única, tarde.

03.06.11


La esquina del sol

¿Has oído a Keith Jarrett alguna vez? Así me siento, como al comienzo de la primera parte del concierto de Colonia, el 24 de enero de 1975. Ya entenderás. Pero, ¿por qué no pensar que te acunaron con esa melodía?

¿Había balcón en tu departamento? Hace tanto tiempo que no sé. Ni de balcones, ni de flores, ni de mates a la orilla de la esquina del sol.

Los días pasan, muchísimos, y una cita sobre la que nada una pregunta sin decir se ahoga en otro equivocado piano que poco sabe de improvisaciones.

05.06.11


Sin mí

Acobachado en la trifurca
del no nada esperar
el frío hace hueso
derrama cera
de extintas velas

bebe viento la bicicleta
en el alero
del primer piso

hace mucho hielo
en vasos rotos

para estar fuera
de tu corazón que
no duerme

conmigo.

06.06.11


Tajos

Una fragancia violenta
cruzó la frontera del país
de nuestros cuerpos.
Calladita, se metió entre
las sábanas, y te susurró
a vos, y me susurró a mí,
y el polvo se abismó
dejando un tajo sin fin,
sin fin.

08.06.11


Verde y rojo

Una manera de mirar el cielo es cerrando los ojos; y dejar, dejarse, en el verde y rojo océano, en el árbol enramado de sanguíneas vertientes, alocadas; y esperar, como un gato, un gato recién alimentado, el fértil ronroneo de tus cabellos.

18.06.11


Acidia

Manejas el ardor, los ojos, toqueteando, el silencio disimulado. Vacío de contenido, tratas, una y otra vez, derrumbar lo que nunca se podrá.
Razones y cuestiones desde tu propia acidia; la inmundicia acuna, y bebes. Leer la verdad, leer en tus ojos la borra del café, y se enfría sobre la mesa, y asquea.

20.06.11


Pez diamante

Camino descalzo sobre el fuego de las almas que me han abandonado.

Y tengo los pies fríos. Fríos, como el diamante indiferente de esas ánimas.

21.06.11


Un final

Temprano más que tarde escuchaba una canción de Peter Hammill.

Ahora voy por la autopista La Plata – Buenos Aires, y la tarareo antes de ingresar al primer peaje.

Mi inglés se quedó en los huesos de Benito Lynch, aunque conozco la piel por haberla leído en algún número del Expreso o en un libro de letras de rock.
Es una bella historia.

Joni es profesora especializada en la poesía de William Carlos Williams y se le está venciendo, así lo canta el generador de invenciones, la fecha para ser mamá. Pasa el día corrigiendo cuadernos y carpetas, y en los ratos de la pura bondad milita en una agrupación social de base.

Brian no quiere surfear en las buenas vibraciones de Wilson, y le encantaría escribir poemas oscuros, misteriosos, conceptuales, como Nick Drake o Patti Smith. El pelo no lo lleva largo como años atrás y aún conserva la esperanza de ser un artista innovador y ecléctico. Lo vive intentando, siempre.

Pienso en la canción mientras trato de
encontrar en algún bolsillo del vaquero un billete chico para seguir con buenos aires hacia un final que me gustaría fuese feliz.

25.06.11


Cosas

Tus ojos miran
Entre el cielo y la tierra
Escasas cosas.

05.07.11


El sano juicio

Hemos crecido bajo el concepto de la devoración del héroe. Las enciclopedias en ese momento y lugar pasaron de moda y belleza. Comimos del carbón su quebradizo despojo, sembrados en pozos construidos por nuestros padres. No vimos, ni participamos del inicio del fuego. Las cenizas que quedaron, primigenias sustancias minerales, no se detuvieron jamás y permitieron reconstruir la historia a nuestra manera, a nuestro sano juicio.

08.08.11


Ningún rocanrol

Sin destino de entrar a la cancha,
corro por la calle, y vuelvo a casa.
Con una gran pena y el corazón partido.
Es hora de tomar
la guitarra y riffear en la tarde.

Tararear tan
lejos del riachuelo
y de tus lentes oscuros;
soy mendigo
del poema sin caminos a mí.

Nena, ningún rocanrol podrá
salvar este día.

El siglo no parió
ningún buen rocanrol.

Oh, sí, una inmensa
pena y los lentes empañados
arden.

10.08.11


Anoche

Y soñé con vos.
Y cuando desperté
seguí soñando.

11.08.11


En la mecedora

Los fantasmas del día irrumpen en la casa de la que se está yendo. Revisan habitaciones, alacenas, escondrijos de la que nunca vendrá. Se miran, preocupados y temerosos de la respiración pasajera que cae sobre la alfombra como piedra de la mano. Luego, quedan solos, en la sala adormecida, observando el balanceo de la mecedora de caoba, con refuerzo lumbar y manchas de sangre, que poco a poco se va secando.

12.08.11


Eso

Ahora que ya no está, los ojos se ponen tristes, y es mejor cerrarlos. Se puede llegar a creer que hay transmisión de pensamientos; pero los ojos, completamente oscuros, siguen tristes, y no somos perros ni forasteros del campo, y el sol desaparece y no nutre idea nueva ninguna; ahora que ya no está como ese hermoso rubí que se extravió, en la nada, en la nada.

23.08.11


Pasión, lectura y discusión

En el naufragio de la ceremonia de los adictos se produce el fin de la saladita.

Puncha los ojos en la discusión de los oídos ciegos; y se pierde en ácidos besos el equilibrio.

Una vez en el suelo, el ruiseñor se hace noche. Desaparece el cansancio, alejado de todo saber.

26.08.11


De las palabras

Como palabras muertas, donde el oscuro día se refleje. Palabras, muertas, como vapor que se disipa en cualquier rincón del mundo, como hombre de hielo disolviéndose bajo el caduco sol.

29.08.11


Límites

En la vieja estación, a la hora de la bruma, pasa la soledad; va, solita, sin brisa, viento ni tempestades, hacia los cuatro extremos del mundo. Los sueños descansan en regresos y puntos de partida. Quietos y sueltos en su larga noche.

31.08.11


El poema del sol

Hay otras explicaciones. Construir un sol, mirando el universo de los otros. Los niños del bien se recrean en campos asfaltados. Los niños, los simples niños, escriben el poema del sol en un universo de tierra, viento y luz, luz de la que aún no sabemos si está encendiéndose o apagándose.

02.09.11


El amor no está en Roma

Está en cualquier ciudad del mundo. En donde los relojes no dan la hora exacta (la rota mirada de los ciegos hacedores de bibliotecas vacías). El amor nada en Roma como manchados azulejos en los baños de las estaciones de servicio. No, el amor no sabe de ciudades al revés, ni tiene el dinero suficiente para recorrer los bares y los cafés y patios literarios. Nada sabe el revés de la ciudad acerca del amor y la trama sigue echada como un perro muerto que se hace.

20.09.11


Nueva Roma

Estruja el papel y lo arroja al río. A la deriva, flota.
Bosteza en el día y se estira y se hace barquito.
Cruza el camino trazado por la natural corriente esencial de cualquier vivir.
Llega al mar. Deja la ciudad de los eternos vagabundeos de viejos y pálidos estilos para ingresar de una buena vez en los ojos del otro, de los otros (que aún no se animan a viajar a Roma).

20.09.11


La herida de París

La verdad es que no sé qué estaba haciendo en París. Lo único que recuerdo es que caminaba herido, y caminaba, caminaba… Un tren y catorce horas ya me alejaban de Roma. Y ahora en París, ¿puede haber algo más desagradable que la torre de Montparnasse?; y allí estoy, sangrando, en un piso cualquiera y sin una cámara en la mano. Y sin tus ojos que siempre miran por mí.

22.09.11


Panadero del aire

Sueño y vuelo
con las palabras
del día.

23.09.11


Piedras

Nada se puede quebrar. Las alas del pájaro moribundo en un rincón del jardín es la piedra del sacrificio que cayó de tus manos. ¿Volará esa piedra? ¿Golpeará la ventana de la habitación? ¿Dormirá entre las sábanas descompuestas de aquel extraño atardecer? La piedra-pájaro se quedará, quieta. Inútil cerrar los ojos imaginándola en la humedad de un trapecio que es solo memoria.

25.09.11


Canción clara

Desde la edad de piedra y adoquines y cuartos vacíos de noches y olores, ando por la calle con un puñal a la cintura. Antes lo tenía apretando tu cuello del lado sin filo, y vos te reías, te reías y me gritabas dale, dale, dale. Los sin filo son los más peligrosos, y lo dejaba caer de punta al suelo de tierra. Lo recogías, ofuscada, y entonces lo veía chispear en tus ojos oscuros. Cerraba los míos y cuando los abría ya no estabas, salvo el puñal que escondía entre mis ropas. Después caminaba hacia tu otro mundo, sabiendo que nadie te escribirá una canción clara, evangélica y rosarina.

26.09.11


Day tripper

Ey, tomemos el día, un día solo para nosotros, hace tiempo que te lo propongo, pero las excusas van en aumento. Es solo un día, no lo dejes partir, un pasaje de ida, la vuelta cuando vos quieras. Todo es corto y tu indecisión es larga, ¿acaso no lo deseas?

Ey, regálame un día, será hermoso, será hermoso. Te lo prometo.

Y sabés que cumplo mis promesas.

27.09.11


Islas

Son las siete y media de la tarde y está por amanecer. Hay un vago zumbido de pájaros y los murciélagos salen de los rollos de las ventanas. Nada de lo que es, es lo que parece. Entramos en octubre como se entra a una cueva cavada a fuego en el hielo. Caminamos casi desnudos por la calle de los fresnos amarillos, el frío calcina y nos hace toser y apresurar el paso hacia el bar que ya está levantando las cortinas. Saludamos al dueño con un buenas noches, dispuestos a saborear el desayuno y la lectura de los diarios de mañana, sin más deseos que sembrar.

01.10.11

69
El deseo también es la realidad

Llueve. El patio de la morocha golpea las chapas del galpón que guarda extraños papeles. Pocos saben de las palabras que acompañan las hojas de tamaños y colores di-versos, difíciles. Ahí está la clave, dice Gerry Mulligan, soplando un sonido ligero como galgo.
Llueve, mucho, torrencial de vos, y el sol sigue, distraído, como la morocha que mira el patio y las flores y un mar que brilla lejos.

07.10.11


Desnudos

En el último día, unas horas antes de la partida, la mujer de zapatos rojos se los saca y los arroja a la pileta de aguas verdes y ramas y sapos gordos que flotan como náufragos. Vivió años en esa casa, tantos que ni recuerda la mañana en que la moralidad en el arte y otras ruborizaciones de temor similar parecía ser de otros, y ella, como una divinidad de un cielo imperfecto, caminaba descalza por el parque, sola, ante la mirada de los más curiosos, ante el corazón de los que no se animaron a desnudarse en la vida.

10.10.11



El libro “33 papelitos y una mora horizontal” se publicó en el suplemento Letras, nº 12, del diario Diagonales de La Plata, el sábado 26 de noviembre de 2011.


José María Pallaoro nació en City Bell/La Plata el 28 de febrero de 1959. Es editor de Libros de la talita dorada. Dirigió la revista de poesía El espiniyo. Escribió en poesía, entre otros títulos: Pájaros cubiertos de ceniza (1982-1990), Breve cielo (1982-1985), Latidos (1982-1990), Cuando llueve el mundo es otro (1985-1990), En medio de la lluvia (1983-1991), Es hora de volver a Jimmy Hendrix (1994), El mago (1998-1999), El bostezo del viento (1998-2000), Andante tren (2001), El estado de las cosas (2001-2002), El vino del azar (2001-2004), Son dos los que danzan (2005), Basuritas (2010), Una piedra haciendo patito (2008-2011), Una medida adecuada a todo (2009-2011), Setenta y 4 (2011) y 33 papelitos y una mora horizontal (2011). Desde siempre reside en la localidad de City Bell, partido de La Plata, provincia de Buenos Aires, donde coordina un taller de escritura y el Espacio Cultural La Poesía y un blog personal: Los ojos. (http://www.josemariapallaoro.blogspot.com/).
Correo-e: jmpallaoro@gmail.com

Julián Axat y Médium

MÉDIUM
(Poetica ad bellum)


a Solcito Rodríguez Sabater

dejen que las gargantas de los muertos
en nosotros tomen la palabra

Mahmud Darwich



PERDIDOS EN LA BÚSQUEDA DE SUS VOCES
(Marzo-Mayo)


indagación.

era yo o éramos todos
escribiendo la historia
que escribía
el hoy derrotado
en la abundancia de ayer


resto.

ella me decía que yo era como
un pequeño King Kong

me imagino a mí mismo
de siete meses
golpeando el pecho
completamente desnudo
gateando eufórico por la casa

aplastando hormigas
sobre las baldosas blancas

rojas (las que pican)
negras (las buenas)
mantel (carmesí bordado)

me acaricia la espalda
me cuenta los lunares

me volverá loco
que me cuenten los lunares

78 lunares

¡otra vez!
¡otra vez!

escalofrío

y cada vez que pasa la mano
que apoya su dedo
un meteoro atraviesa mi espalda

¡quiero de nuevo!

y arranca de nuevo

89 lunares

¡no puede ser!

es claro que hay algo que no funciona
King Kong los cambia de lugar
agrega o saca lunares según la ocasión
como jugar
a ser el dios de los lunares

¡nuevo conteo!
¡nuevo conteo!

y arranca de nuevo

100 lunares…

quiero creer
que mi espalda
es un derrotero infinito
en el que ninguna mujer
descifró el enigma

y de sólo exigir de nuevo
vuelvo al piso

a las baldosas
a las hormigas
a mis siete meses

89 lunares

ese es el número

que contó ella


la última vez



“tu eres eso”:

89 lunares


diario de viaje.

una flecha
se hace en el olvido

corren
de una estampida
y durante años
nunca los alcanzan
-pero de pronto-
les rozan los talones
sufren por un tiempo
y luego los pasan por encima

no sé porqué
la flecha
se olvida a sí misma
la rapidez con la que se mueve
se detiene
y muere
en el momento justo
en el que reflexiona
que es trama de puntos
y se apoya en unos
para saltar a otro
y es así
que por sucesión
o inercia
u olvido de sí
se hace la flecha


indagación ii.

seremos nosotros
que buscando pedacitos que nos encajen
nos toca ser generosos
hasta con su última contradicción


diario de viaje ii.

Al momento de despertar
Agamenón
recordó el sueño

cuando pensaba en respirar

moría asfixiado


resto ii.

las mayores novedades vienen de parte de Julián, cada día está más grande, más vivaz; todos los días hace algo nuevo: silabea ta….da… mam… na… hace ruiditos con la lengua, todavía no le ha salido ningún dientito. Se sienta, juega con el corralito, duerme en cuna y en su propio dormitorio, tiene muchos chichitos pero lo gustan las cositas: marquillas de cigarrillos, cajitas vacías, hojas de papel de diario, tapas, corchos, etc. Ahora su chiche predilecto es una estrella de mar color roja y una argolla de plástico. Está hecho un QUIN-CON…que saltimbanquea todo el día. Ya come hasta carne, toma agua en vaso. Empezó a ir a una guardería esta semana, está muy cerca de mi trabajo. ¡Es increíble lo rápido que se destetan los bebes! A mí me parece mentira que ya esté casi en los 7 meses, me emociona verlo dormir, ¡es algo tan dulce! Un Hijo es un sentimiento tan hondo que no se puede expresar, ya no puedo imaginar una vida sin él: es luz, es color, es vida. Pensar que yo tengo un futuro pasado materializado, pasado y presente (tacho esto último porque estoy guitarreando y no sé ya como poder transmitir. No dan mis palabras para explicarlo)


indagación iii.

será la sensación de abandono
o la grandeza del asalto
la que atormenta todo el día el cuerpo

hasta que se decide tener un hijo
y esa sensación se va


resto iii.
(manuscritos hallados en un embute)

en la noche
salgo a revisar cartas
los desperdicios del tiempo
o los regalos del tiempo

lo uno y lo otro

depende de esa noche

montones de papeles amarillos

rapsodas
poemas
denuncias
panfletos
documentos
apuntes
diarios
cartas
cuentos

¿pueden ser la extensión de mi escritura?

¿puedo ser el padre de mi padre?


diario de viaje iii.

calcar un dibujo a trasluz
y superponer los trazos

al poner su ojo a la altura de mi ojo
mi boca sobre su boca
mi lápiz contra el suyo

lo veo

es algo que queda afuera

lo veo

es algo que queda dentro

está ahí

un contorno sobrante que no podemos asir

¿el tamaño de sus sueños?

adentro

mis ganas de seguir buscando

afuera

la impotencia de no poder abrazarlo


indagación iv.

último epitafio
mínimo testimonio

en el desenfreno
de encontrarlos perdidos

¿devuelve
la provisoriedad
de su rostro?

¿la resonancia viva de la voz?


resto iv.
(Lemuria)

A Tite Elicabe y Gustavo Cabarrou


Lemuria
el proyecto de la ciudad del Sol
1972: es una Isla para hombres raros

¿Alguna vez fue Lemuria?
¿Estás allí Lemuria?
¿Es posible Lemuria?

Por los ojos de los compañeros que quedaron
todavía veo
los planos inconclusos de la Atlántida

Encuentro con Tite (Mingo, 15/8/06)
“Te veo y viene a mí el rostro de tu padre… tu viejo era Juan…
entonces creímos que podíamos hacer nuestra la Isla de Pascua,
desde allí saldría el hombre nuevo que
aterrizaría en América algún día…pero te cuento de mis hijos…”

Encuentro con Gustavo
(Gonnet 18/8/06)
“Tu viejo creía en Lemuria, estaba convencido, todos estábamos
convencidos de ese Proyecto, nos pasamos meses pergeñando
ese magnífico asalto: ir tomando en silencio una Isla, hasta liberarla
y construir la sociedad del hombre feliz…pero te cuento de mi novela,
se llama El sueño de Ana y trata de una nena que quiere volar…”.

Encuentro con Silo
(Ciudad de Mendoza, 1/8/06)
“Lemuria ¡un delirio de la época!, entonces vino Armando y me trajo
el proyecto que habían pensado entre varios, te repito: ¡un delirio!...
el humanismo es la posibilidad de encontrarnos sin violencia…”

hace ya tiempo que pienso en Lemuria
pero ya no espero ver salir el sol en un lugar que no existe
y que nunca existirá

creo sí
que hace más de treinta años
en la cara muchos
estaba siendo trazado el mapa de un tesoro
una extraña aventura
que nos guiaría a nosotros
para salir a buscarla

–de algún modo–
todos llegamos a Lemuria


indagación v.

cuál es ese rostro
imposible y real
que yo no podía terminar de encontrar
y que necesitaba develar a toda costa

para seguir


resto iv.
(La caricia de Hamlet)

al salir la luz

hacia la penumbra

de ese aliento
minúsculo

lámina fugaz
que
exhala un niño de siete meses
cuando duerme

con pestañas

patitas de araña

alas de ángel

dudó entonces

se puede

embalsamar una caricia

por si ya no están


digo

para poder usarla

otra vez


indagación vi.

será la historia
o nosotros

que nos pusimos

disfraz de detectives


diario de viaje iv.

hola
Anna o Lucía o como te llames
quería contarte
que hace mucho tiempo
tu mamá me contó
que venías a este mundo

(ella quizás no lo recuerda)

vos todavía
no eras siquiera una posibilidad

pero no sé como
ella sabía
que estabas ahí
en algún lugar

esperando

y tarde o temprano
no sabemos porqué
habrías de elegir
su cuerpo

su historia
sus amores
sus sueños

(en realidad esto último
nunca me lo contó ella
yo lo supongo)

pero bueno
Anna o Lucía o como te llames
quería contarte
que elegiste bien

que por esa razón
que vos sólo sabes

y pronto será borrada
en el momento que nazcas

tu madre
después de tanta espera
te habrá finalmente encontrado

y la historia que recibirás como premio
será un mundo maravilloso

de anhelos
cuentos
cantos
fuerza

¿la magia que vos habías elegido?

por ahora estás en su panza
seguro que pateas mucho
son las ganas de salir al encuentro

Anna, Lucía o como te llames

pero estoy seguro que hubo un alguien
como una extraña y poderosa luz
que te convenció
de entrar a esa panza

no sé porqué misterio
ese "alguien"
alguna vez estuvo cerca

y rozó tu nombre
Anna, Lucía o como te llames


diario de viaje v.

a veces
me meto en el cementerio
y me zambullo en los osarios

desesperado
navego
nado la nada

me ahogo
me ahogo entre fémures y mandíbulas

armo puzzles imposibles
dientes con metacarpos
omóplatos con espinazos

y así paso la noche
escondido
cansado
de tanta originalidad
para armar eslabones perdidos

pero antes de convertirme
en el fracasado “equipo de mi mismo forense”

dejo los huesos a un lado
y escribo un poema

que me devuelve
la piel viva de su voz


indagación vii.

era la foto o el espejo

la que me devuelve
su última imagen
en la que tenían

menos edad de la que yo tengo ahora


indagación viii.

eran ellos
o éramos nosotros

soltando pistas por el camino

para luego juntarlas
y poder decir:

soy ………. yo



diario de viaje vi.
(alter ego imago mundi)

de los tiempos
que recuerdo a mi doble
lo veo
junto a mi cama
en la silla
mientras leo
el lee (no sé que lee)
me detengo
a pensar quién es él
(no es un fantasma)
acaso es algo o alguien
(tampoco mi ángel de la guarda)
me sigue a donde voy
y me habla
a veces me susurra
deseos góticos
ahora que escribo en un Café
él está sentado frente a mí
en la misma mesa
no se pidió nada
(me sale barato mi doble)
y se asoma a mi cuaderno
me espía mientras fuma
intenta leer lo que (le) escribo:

“me iré de de tu lado cuando escribas
la novela de mis sueños, sí, cuando reescribas
la historia de todos nosotros”

hace una muesca como de desencanto
sí de desencanto
no le gusta que lo descubra a mi lado
y que hable de él

de la fisura que nos separa
o de ese delgado halo de distancia
entre la misma dimensión de los cuerpos


última indagación.

cómo hacer

para que la retahíla de un sueño

nos permita hurgar

en su abundancia

y al final

podamos convertirnos

en un niño


un niño
regresa al
hombre que fue

ya no hay engaño

se puede contar


diario de viaje vii.
(el traficante de sueños)

a Camilo Cagni


entre todos los compañeros de viaje
siempre me llamó la atención uno de ellos

trabaja de experto viajante
un Marco Polo sin miedo

atravesando mares y caminos del tiempo
lleva consigo en sus alforjas

(fue construido por él)

un atrapasueños

le basta dejarlo descansar una noche
colgado desde su ventana hacia afuera
y sin demasiado esfuerzo pesca
¿los atrae con su don?

no hay duda que pesca
y ellos solos van quedando enganchados a su red

(porque conviven con nosotros perdidos en el aire)

y trae a la superficie
los mejores reflejos
de estrellas muertas

y con ese resultado
con el cardumen de la voz
con el manojo de imágenes que se nos parecen demasiado

este señor viajero
construye antologías varias
las enlaza o ensalza
con pizca y condimento de nosotros mismos

para vivir de algo

(supongo que vive prácticamente de esto)

para que podamos seguir en pié
para que podamos seguir aquí

perdidos

con las miserias y maravillas

en la variedad de todas sus voces



ÁNGELUS NOVUS
(Junio-Agosto)


El ángel tiene la cara dirigida hacia el pasado
Walter Benjamin



los nuevos detectives salvajes.

a Roberto Bolaño
in memoriam


mientras salíamos en la búsqueda de agujeros en las cosas
el vacío o la mudez
era la tierra perfecta

irrumpir desde la hondura
con un grito a la superficie
rescatar tesoros que nos mantenían vivos

pero ahora
–por claros motivos que nos exceden–
la fosa abisal de un lenguaje
sería esa misma superficie

fraguar voces diversas a los saltos

y desear

desear mucho en zigzag

para que haya una Babel feliz


la velocidad de la luz.

El mismo desgarro
que alguna vez nos invitó a soñar

a fuerza de tragarnos de un golpe

nos decidió luego a escapar

nos enseñó a deambular


lo que queda de

1.
hubo un día que viajé hacia atrás y me di cuenta

–en realidad sentí–

que en el descenso
el pasado disminuye el peso del mundo sobre las palabras

a través del viaje
surge como pequeño hueco
y el silencio ocupa tanto espacio
que deja avivar un fueguito

en ese fueguito
veo abrigarse a los poetas
que como un pan se reparten la rosa
para hacer el amor con ella
pero también la guerra
están todos juntos
no se sueltan
nutren
el abismo de una cadencia

2.
cuando regresé a mi tiempo
el peso del mundo
volvía sobre las palabras
y ese preciado hueco se llenó de ruido

vinieron a mí todos los lenguajes
las habladurías
y el fueguito se apagó

entonces
me di cuenta
que ya no importaba el silencio
el fuego se avivaría sin hueco

3.
pensé
sublimar el peso del mundo
en la necesidad de decir

y donar la voz
para que el hueco vuelva a nacer


tetralogía natural.

-natura ígnea-

escupe tal fuego
que nace de sus entrañas

ese fuego que le vio nacer
ese fuego que ya estaba en otros ojos
y pudo ser depositado allí

siempre corriendo el riesgo:

de quemarse a sí mismo
de quemar a los otros

cómo hacer para que ese don
estalle en vida
transforme el mundo
sea la alegría del encuentro

tal es la naturaleza del dragón:
construir con el tiempo
la intensidad de su fuego
que al tocarlo sea
como la simpleza

como agua tibia que calma

-natura vita-

hay veces que nos miran fijo
están ahí para empujarnos
para capturarnos
para que caigamos junto con ellos
a la miasma de su cotidiano

pero nosotros
escapamos rápido
luchamos contra esa metástasis
y nos vamos lejos de su tristeza

trovamos al mundo humilde
a la gente común
a los pueblos sencillos
desatamos nuestro cuerpo al goce
a donde quiera que vaya:
siempre encuentro
siempre abierto

se trata de componer un canto
que sea ausente de epopeyas
que sólo juzgue a los verdugos
sin dejarnos rencor

para nosotros

sólo alegría
sólo fuerza
sólo placer

-natura alimentaria-

recibo de tus manos tal cuidado
un halago permanente
mi alma que se aquieta
de tus recetas recobradas de abuela
membresía al cuenco de mis labios:

buen pescado
frugal vino
antiguas especies
cocción justa

tus generaciones anteriores
se develan de repente en un plato
sublima tu mirada cada bocado
el gusto preciso que inscribe en mi paladar
y un pacto afrodisíaco
un conjuro echado a su suerte

en la noche milenaria
la mesa es una cama
la cama es un sueño
tu cuerpo
está en mi boca para siempre

-natura onírica-

el miedo nace en invierno
en un sueño
cuando una mujer
llega a la playa

y al acercarse a la orilla

(deja sus zapatos a un lado)

sus pies
se van azulando de a poco

y es por un torniquete imaginario
que calor se mantiene en el resto del cuerpo

es el mar que se arremolina en la garganta

y de pronto

una boca salada
sale del agua

y se traga a la mujer
que es conducida en un extraño viaje
a otro invierno
al momento justo de sus cinco años

está jugando en la orilla

(todavía sin miedo)
(todavía sin sueño)

mientras alguien la mira
para decirle

"será tu miedo"

y el azul avanza
ya sin torniquetes

será todo el cuerpo


el vino o la nada.

un espacio cerrado
dos copas de cristal
apoyadas sobre una mesa

¿enemigas?

dos sillas cerca
dos bocas

¿amantes?

dos manos sobre las copas

¿amigas?

hace frío
mucho frío como para decir algo

y de golpe

la copa toma la mano
que lleva la boca
hacia dentro
y se esconde
en el espesor
del cristal
en un tinte

que se traga
el espacio

se traga
la mesa las sillas
la mano la copa
el espacio
el frío
hasta las pocas ganas de decir

el tinte está solo en el mundo
y brinda con esa soledad
que a veces nos toca
que íntimamente todos conocemos

y luego es el tinte
quien
por no dejarnos
la última gota

se bebe a sí mismo


pacto entre F. Urondo y M. A. Bustos.
(pacto mayor)

se encontraron
y el pacto fue
que de esa noche
de ese imposible lugar
surja
el destino final de la poesía

entonces
convocaron
a los poetas caídos
a los asesinados
a los que se quedaron cantando solos
a los que alguna vez sintieron la palabra justa

todos se hicieron presentes
chocar con sus copas

para que nada sea en vano
para que el hueco que nos separa

a nosotros de ellos
a ellos de nosotros

no pueda ingresar
de nuevo en las palabras


carta íntima al poeta Néstor Mux

son como las tres de la mañana
de un 25 de Mayo de 2006
y me dan ganas de releer aquella carta
que escribiste a tu pequeña Julieta mientras dormía
era un día como hoy
a las tres de la mañana
de un 25 de Mayo de 1973
una carta también dedicada
a todos nosotros
que si no dormíamos
era porque no habíamos nacido

son las tres de la mañana
de un 25 de mayo de 2006
y vuelvo
justo a esa noche
a las tres de la mañana
de un 25 de Mayo de 1973
y tu pequeña Julieta que duerme
golpeo la puerta de tu casa
vine de lejos
a contarte…
(veo en tus ojos ese día)
vine a contarte…
(me quedo en silencio)
no sé que vine contarte…
(y veo un haz de luz que te atraviesa)
que no importa…
que sigas escribiendo nomás
que vine de lejos…
que te traigo un mensaje de tu Julieta de 34
de todos nosotros con 20 o 30
que me tomé el atrevimiento de venir por todos ellos
vine a dejarte un entrañable abrazo


pacto entre D. S. Dorronzoro y D. O. Favero.
(pacto menor)

un amigo me contó
que hace más de tres décadas
en un pacto secreto
se repartieron las esquirlas
de una granada cargada

y cada uno la escondió como pudo

hay quienes las perdieron en allanamientos
hay quienes las enterraron en algún lugar
hay quienes se la tragaron antes de morir

yo creí en esa historia

y un día salí a buscarlas
desenfrenado recorrí casas
pregunté a sus hijos
revolví patios
parques
comisarías

pero nada
ningún rastro

entonces puse un aviso en el diario:
“compro esquirlas, pago cualquier precio”

y así fue como fueron apareciendo
sosías perfectas
esquirlas igualmente hermosas

allí estaba mi colección:

las estridentes
las silencieras
las puras
las automáticas
las reventadas
las eruditas
las experimentales
las exquisitas
las mínimas

las puse todas juntas
para armar la granada

todo era inútil
no detonaba

entonces salí de nuevo a recorrer el mundo
siempre con el mismo afán
el de recuperar aquella granada perdida

para hacer volar algo de mí
algo de los otros
el sistema de la crueldad

hasta que un día
finalmente
las encontré

para mi asombro
estaban allí
ante mi vista

diseminadas
entre los pliegos (sin imposturas)
de las voces

disueltas
entre cuerpos ausentes
imposibles de juntar

llamé a mi amigo
y le dije:

la granada
detonó hace mucho

me dijo:

ya lo sabía,
sólo quería que lo descubrieras vos mismo



LA ROSA PERDIDA DE CLAUSEWITZ
(Septiembre)


En la poesía, siempre es la guerra
Mandestalm



indagación.

era yo o éramos todos

saliendo a buscar
la rosa

para hacer la guerra
por otros medios


resto.

pronuncia una voz:
“había una vez”

esa cierta voz.

y de pronto:

¡PUM!
explotó una cosa

¡PUM!
¡explotó otra cosa!

es acaso la velocidad
a la que viajan
algunas canciones
o los meros dichos
y rumores

¡mandinga de qué labios!
¡secuaces de esa vez!

no sabemos bien

(me dijo)
a veces

(dice el sabio)
sí que no sabemos

(digo yo)
es más rápida esa voz
que el grito
un simple enredo

palabra trastabilla
en la forma
acaso son tortuga
verso sin sabor a pólvora

sin fricción no hay luz
sin esa cierta voz

las cosas
no explotan

no cambian de lugar


diario de la guerra.

y un día abrí los ojos

entonces escuche a una voz que decía:

si las palabras ya no explotan

entonces…

que explote el hombre


resto ii.

el pájaro bomba
ya no es un especie de ave
o un medio de intercambio
llevando consigo
el poema de la victoria

desde una cárcel
a un escondite

no necesitan
ser perseguidos por helicópteros

ahora
uno es pájaro
el telar de sus trinos

composición única
que conjura en un canto
la crueldad en pocas palabras

y su posible desintegración


indagación ii.
(arte bélica o buscando a Marilyn)

*
salir a buscar el mejor resto
para que lo irrecuperable sea
el peso de un fragmento olvidado

ingresar en el blanco y negro

y que la palabra en colores
reescriba
la distancia entre nosotros y ellos


**
el rostro de una mujer fotocopiado
dice la copia: esto no es el rostro de una mujer

mi cara en varias fotos
dice la copia: este es el rostro de un simulacro de Frankestein


***
una rama en el rincón del jardín
y un pintalabios al lado

¿despojos de una sombra?

y si agregáramos:

una hoja de papel
la pintura de unos versos

¿altar de doncella?


****
tener que vaciar a la luna

¿escalpelo o verso?

como pecho atumorado


diario de la guerra ii

al cerrar los ojos
escuché la voz:

… y los pedazos del poeta

serán repartidos

para alimentar niños

con fusiles en la boca


resto iii.

Pienso en una guerra, de derecho o de fuerza,
de lógica muy imprevista, tan simple como una frase musical

Arthur Rimbaud


cruzar el mar confundiendo al cielo
para despistar a los soldados

para evadir a la policía
se puede invertir el canto

la trampa consiste en seguir asaltando las nubes
pero sitiando las aguas

que ellos pasen y caigan
enredados en nuestros torbellinos

mientras repitan las formas de su tierra
será la trama subterránea del árbol

la velocidad y el vacío de sus palabras
será la estrategia del caracol

si germinamos pequeños destellos en la palabra
será la trama del clavel del aire

y que broten
perdidos
(como células dormidas)

total
cuando todo implosione

nunca sabrán

que estuvimos allí


diario de la guerra iii.
(guerra de guerrillas contra uno mismo)

todas las noches
escribo en mi diario

“conócete a ti mismo”

como un serrucho délfico
cortando
partes de mi cuerpo
cuento lo acontecido

¡y las letras que no encajan!
(soy más dilséxico que disléxico)

“conócete a ti mismo”

escribo:
cogí todo el día, hasta sentir
como un dolor punzante en el miembro…

y en esa tabla de composición imposible
(creo más en la disexion que en la disección)

volví a escribir:
ayer me vestí de mujer
y me rompieron el kulo varias veces

mi diario no re-presenta
las mejores imágenes
es muy burdo
cochino

“conócete a ti mismo”

mi diario de vida
es una guía para pasar de página
y des-ha-cerme
¡aparecerme!

hoy por ejemplo escribí:
en vez de despojar al SER junto a P. Celan
(se dice develar bruto)
y a los impostados farsantes del silencio
salí a robar libros por ahí
cuando el librero se despistó
me afané la Montaña Mágica de Thomas Mann
me metí el ladrillo en la mochila

“conócete a ti mismo”

como ven
la forma de mi cerebro ya no es la de una ametralladora
tiene los vericuetos de una nube


restos iv.
(armapoesías de City Bell)

lunes.

excavada
vos


maravillosa
raja
memoria


racimos
moviéndose


charcos
de monstruo
relámpagos
cuya
belleza
dejó


martes.

12: AM
dejó memoria
excavada
raja
de racimos


12: PM
relámpagos
dejó
monstruo
belleza
de vos


miércoles.

dejó
excavada
memoria
relámpagos


monstruo
de cuya raja


moviéndose
charcos
racimos
belleza


jueves.

12: AM
dejó
relámpagos


12: PM
maravillosa

dejó
memoria
charcos
monstruo


viernes.

dejó
racimos


vos monstruo
de memoria


belleza
raja de charcos


sábado.

12: AM
memoria
vos
maravillosa


12: PM
dejó
moviéndose
vos excavada


domingo.

12: AM
dejó
charcos


12: PM
dejó memoria
raja
de belleza

Julián Axat nació en La Plata en 1976. Publicó en poesía: “Los Albañiles”, 1994: “Peso Formidable”, 2003; “Servarios”, 2005; Médium, 2006; “Ylumynarya”, 2008. Es director de la colección de poesía Los detectives salvajes de Libros de la talita dorada. Vive en City Bell.
Foto: Elena B. Núñez. Archivo de la talita dorada.