Claudia Bernazza, dos poemas cubanos
















CUBA

¿Qué playa quieres, mi niña? ¿Sobre qué arena despedirás el día?
¿Quieres una alfombra pedregosa, con muchachos que recogen peces afilados para asombrar a sus mujeres?
¿Prefieres la que se despeinó para siempre por el beso del huracán?
¿Vas a elegir la de arenas finas y palmeras del paraíso?
¿O la que cuida el colonizador desde el morro porque acechan los piratas de la reina de cabellos rojos?
¿Vas a atardecer en el cayo para amanecer en tu cuerpo empapado de ron?

¿Qué playa prefieres?
¿La de lluvia tenue, la de cien soles, la salpicada de revoluciones?
Pide la que quieras, bonita.
Porque esto es Cuba, muchacha. Y en la Isla Mayor, tratándose de mar, todo sucede.



Playa de Siboney, 22 de noviembre de 2013.



LOVING


Puedo darte amor en todos los idiomas.
Decirte hermosa en todos los lenguajes.
Alcanzar la cima de todas tus edades.
Dime tu nombre. Mirame a los ojos.
Yo encontraré la caribeña que llevas escondida.
A cambio solo pido migajas de tu mundo. Los billetes que apenas necesitas.
Los pondrás en mi bolsillo, en mi sombrero, en mis cervezas, sin que yo lo note.
El amor sabrá cruzar esa estúpida frontera.
Santiago amanecerá con tus destellos, olvidando los incómodos detalles.



Santiago de Cuba, 23 de noviembre de 2013.





Queridos amigos, les envío unas poesías últimas, 
para acoplarme a esta fantástica circulación de palabras. 
Claudia Bernazza



Claudia Bernazza (La Plata, 1960). Vive en City Bell.

Julián Axat, el crimen de los artistas (notas para La Plata pos inundación)


 EL CRIMEN DE LOS ARTISTAS 
(NOTAS PARA LA PLATA “POS INUNDACIÓN”)
  

1. A nuestra época no le falta un proyecto político, sino que espera formas susceptibles de encarnarlo, de posibilitar su materialización. Si la forma produce o modela el sentido, lo orienta, lo repercute en la vida cotidiana; entonces la forma del arte “cambia la vida” o la deja tal como está. La cultura revolucionaria en el arte creó varias maneras de cambiar lo social: la asamblea, el sit – in, la manifestación, los cortejos, las huelgas y sus declinaciones visuales (pancartas, panfletos, organización de espacio, etc.). Las grandes muestras revolucionarias exploran el dominio del éxtasis y el trastocamiento de los sentidos. De las gestas del Mayo Francés, al situacionismo, pasando -más acá- por Tucumán Arde, hasta las recientes protestas contra la globalización; el crimen es relación fetichista que el ser humano consigo mismo, el tecnocapitalismo, el control de la subjetividad humana. El fin de las vanguardias, donde el arte era la vida misma, ha sido el triunfo del hombre unidimensional del que hablaba H. Marcuse. O del ser biopolítico al que refiere el último M. Foucault.


2. El deseo de las vanguardias han sido asimiladas por el capitalismo para poder reconvertirse a sí mismo, en las crisis del capitalismo tardío, que también es una crisis espiritual, una crisis de creencia, valores, de ideologías, de visibilidad de la resistencia y su fagocitación en arte de salón o de marcas. El Mayo francés, hoy puede formar parte de la cultura de Nike “just do it”. El fracaso global de la modernidad se descubre a través de las relaciones humanas devenidas producto y goce, de la pobreza de las alternativas políticas para los cambios a escala, de la desvalorización del tiempo libre, en relación al trabajo opresivo y alienante. De los artistas en su gueto y las formas multiculturales inocuas. En la posmodernidad, variación de resistencias invisibles, mientras se diluye la posibilidad o el retorno de un sujeto fuerte.


3. La escena del crimen en La Plata, se aprecia en la circulación de la subjetividad ciudadana controlada, observada, adormecida, pasiva frente a otros crímenes en escena. Hay muchos artistas contemplativos, aislados o incomprendidos, aquellos parecen funcionales al crimen ante sus narices. Hay los artistas muertos mientras se mantiene cierto estado de cosas. La auto-segregación de los artistas en sus guetos, o la búsqueda de reconocimiento. Hay los artistas sin ideología más que la de su goce. Hay los artistas devenidos colocadores de salón. Hay los artistas que cotizan y no resisten. Artistas que saturan, pero no golpean con un cross. Allí donde la mirada del incauto no se posa, allí donde naturaliza la mirada de doña Rosa, hay artista para los artistas (arte por el arte), hay artista para los entendidos. Mientras el poder se ríe de los artistas que gozan, mientras el poder los olvida y les distribuye mecenazgo a cuentagotas. El crimen es este estado de las cosas.


4. Pero también el crimen de los artistas de salón en una ciudad capital es no repensar el vínculo con el espacio público. Es hacer arte de museo en la calle y en el dispendio que no atrapa la mirada incauta. Por ejemplo, arte de museo de la memoria en las calles que no provocan ni modifican los recorridos cotidianos. La paradoja del presente: la opacidad del arte político de la memoria, cuando las políticas de la memoria ha pasado a política pública. Está bien exponer en la ex ESMA, pero si las intervenciones dentro de la Ex ESMA no refieren e inciden sobre los mecanismos que alguna vez condujeron a la ESMA, siempre queda la latencia de una repetición. De las intervenciones acerca de la desaparición de Jorge Julio López, ¿cuáles fueron potentes y cuáles quedaron en el olvido?


5. ¿Qué dicen los artistas de La Plata acerca de los pibes que se mueren en las barriadas a manos de la policía en supuestos enfrentamientos? No hemos escuchado que digan nada. ¿Qué dicen los artistas de la situación del Poder Judicial? No suelen decir nada. ¿Qué dicen los artistas de La Plata, de las inundaciones que causaron cien muertos? Algunos dicen, pero invisibles, dicen poco y nada. ¿Qué dicen del ciudadano medio platense que pide mano dura y plazas bonitas? ¿Son funcionales al orden los artistas de La Plata? Los artistas de La Plata viven en un gueto llamado Facultad de Bellas Artes y algunos pequeños reductos donde exponen -válidamente- su goce. ¿Cómo cambiar esta situación? ¿Los artistas de La Plata forman parte del crimen del que no hablan?


6. El crimen en el arte, me recuerda a Enrico Ferri y a su viejo trabajo “Los delincuentes en el Arte”. Obra que trataba de adecuar los tipos criminales del positivismo a las obras de grandes artistas como Van Gogh, Dostoievski, Rimbaud. Los y las artistas practican el asesinato de la realidad como una bella arte; el crimen a los valores dominantes que alienan a la ciudad en la que viven como zombis. El crimen perfecto, como la intervención sobre esta malla de i-realidad.


7. El crimen y el arte me llevan a dos grandes asesinos que practican el crimen como una bella arte en la ciudad. Franz Kafka y Guy Debord. A Kafka por un cuento alegoría: Un artista del hambre. A Debord porque es el situacionismo la vanguardia que mejor entendió las intervenciones urbanas, ante los crímenes políticos del capitalismo. Tanto Kafka como Debord, son hoy un anacronismo de la modernidad vencida, aunque no su potencia.

Kafka se anticipa a M. Duchamp, escribe en un artista del hambre. El artista se encierra a sí mismo en una jaula en medio de la plaza céntrica de una ciudad. Al principio a todos los pueblerinos son atraídos por la escena, les llama la atención la presencia del artista-ayunador dentro de la jaula. Con el correr del tiempo se acostumbran, les parece un elemento más del paisaje. Sin que nadie lo mire ya, llega el momento en que el hombre se convierte en una suerte de despojo, o animal hambriento que muere de inanición. El cuento culmina con las siguientes palabras de un policía: “-¡Limpien aquí!… y enterraron al ayunador junto con la paja. Más en la jaula pusieron una pantera joven… y la alegría de vivir brotaba con tan fuerte ardor de sus fauces, que no les era fácil a los espectadores poder hacerle frente. Pero se sobreponían a su temor, se apretaban contra la jaula y en modo alguno querían apartarse de allí” (Franz Kafka, Relatos completos I, Buenos Aires, Losada, 1980).

Guy Debord piensa la deriva y las intervenciones urbanas de mayo del 68; la deriva es una forma de de desviar la distribución de los espacios de Paris que alguna vez caminara en su deriva los flaneurs: Baudelaire y W. Benjamin. Frente a la expansión social de la ciudad en los años 50, los situacionistas ofrecen una guide psicogeográfica que desvía el mapa hacia otros flujos caminantes y deseantes, añadiéndole unidades ambientes propicias a la creación de situaciones colectivas. Debord sueña la forma de descolocar la percepción en el espacio y el tiempo, de manera que los seres vivientes de una ciudad lleven a cabo una auto-reflexión de su forma de vida, como trastocamiento de sus formas perceptivas.

¿Hay artistas cercanos que sigan la senda de Kafka y Debord? Sí sabemos, por ejemplo, que los artistas locales temen ir presos ante una provocación.

¿Cómo provocar sin hacer un gesto frívolo o mensaje solo a los entendidos?


8. El site specific como el crimen mismo contra la representación del crimen cotidiano que multiplica otros crímenes seriados a través de la violencia institucional. Los artistas a la política, y no al mercado de los 90. ¿Los artistas pauperizados en la resistencia de los 90 o con prepotencia de trabajo en el 2003? ¿Dónde el INCAA de los plásticos y los poetas?


9. La obra del arte carga potencia de un pasado de vanguardia, en la medida en que no se trata de una imagen pasivamente representada, o sea, un producto-fetiche que representa un crimen en particular en un medio urbano sin tensión con el que pasa. El incauto pasa a ser cauto cuando es afectado por la obra que le habla. La obra materializa territorios existenciales en los que la imagen (en espejo) asume el papel vector de subjetivación, deshifter apto para des-territorializar nuestra percepción antes de “conectarla” a un mero deleite. Desajustar sentidos, abrir puertas de la percepción, modificar formas de vida rutinizadas ante la negación de los crímenes latentes. (Como en F. Nietzsche: “es bello un problema que nos incita a superarnos”). Las obras del site, como mecanismo performático popular. Ya no son únicamente pinturas, esculturas, instalaciones, palabras que correspondan a categorías de mercancías o productos de dominio; sino superficies, volúmenes, dispositivos que provocan y alteran por afectos modos de existencia de miles de ciudadanos que se chocan con ellas en su habitar comunal, pensados para una ciudad cada vez más de derechas, reflexivos para una ciudad cada vez más excluyente y alienada.


10. ¿Por qué ser anti-modernos en una ciudad periférica del cono sur? Cierta función poética del arte, muertas las vanguardias, puede seguir siendo el crimen político sobre el que ejecuta la vida misma; es decir, el modelo económico, social y político para pocos sobre el que se cimenta la realidad. ¡Volvamos a ser modernos! No hay arte útil en el sentido de instrumento de un movimiento, pero sí un fin en sí: “cambiar la vida”. La modernidad se construyó a fines del siglo XIX sobre la idea de “vida como arte”, según la formula de Oscar Wilde: “…la modernidad es el momento en que no es el arte el que imita a la vida, sino la vida la que imita al arte”. Marx va en el mismo sentido de Wilde cuando piensa la praxis (acción necesaria de transformación de la materia) y poiesis (acto de transformarse a sí mismo). La poética como la producción de una nueva subjetividad comunitaria en una praxis. Una nueva relación con el mundo que rompa con la relación mecanizada y controlada por el Gran Hermano del Arte. Ante una ciudad cada vez más polarizada y opulenta, el goce necesita del “otro”, diferente. El crimen lo cometen los artistas cuando le entregan el alma al diablo.



(Notas a modo de provocación leídas en MAM; "site specific", 26/11/2013). 
Fotos: Poeta Panchito López Merino. La Plata bajo el agua.