MARIANA FINOCHIETTO Sentada en el patio miré caer las hojas

City Bell, 17 05 2024 / 




ESCARABAJOS 

La mujer 
que entre las flores 
esparce los venenos 
no conoce de crueldad. 
Aprende 
en el temblor de la muerte pequeña y su desgarro 
que hay formas del daño entre las rosas 
y que florecer 
exige un sacrificio.


SIMPLE 

Abrir las ventanas 
mientras el verano 
inicia 
sus rituales, 
y presentir 
en el calor del pasto 
el placer 
de la piel 
desnuda al sol. 

Cantar bajito 
una canción 
andando por la casa. 

Y sonreír.


SAUCE 

Sentada en el patio miré caer las hojas, 
enrolladitos 
bichos con frío. 

Puedo decir que son mis favoritas, 
parecen plumas que sostiene una rama 
hasta que las suelta al viento. 

Siempre las amé. 
En mi frente tuve coronas de alma verde 
cuando trenzar era oficio de tardes de verano. 

Es un árbol que no sabe de excesos. 
Cae, desde sí mismo, 
como si cediera ante asuntos más serios: 
la curiosidad, 
la atmósfera.


OTOÑOS 

El ruido de las hojas en el parque, 
agitadas apenas por el viento, 
se parece 
a la risa de un niño 
o tal vez 
-ya no lo sé- 
a su recuerdo. 

La memoria 
siempre elige a qué aferrarse.


EL PERFUME 

El tendedero 
no resistió el viento 
y la pileta 
se llenó de ropa perfumada. 

Salimos a pescarla 
los dos, 
vos sostenías un barredor de hojas, 
yo un rastrillo. 

De lado a lado nos miramos, 
nuestros cuerpos amados 
en el inicio de la vejez 
haciendo el ridículo 
solos y juntos. 
Esa intimidad 
como una flor 
sobre el agua.


PRONÓSTICOS 

A veces 
permanezco 
entre las cosas 
como si no existiera. 

Me vuelvo breve 
más liviana que el aire. 
Soy el viento más suave: 
ando sobre el mundo 
tibia y callando. 

Y otras veces 
recuerdo 
que crecí en la tormenta 
y me extiendo 
hacia la luz, 
alta 
como un relámpago.


VENDAVAL 

¿Miraste 
la ropa al sol, 
el viento 
rozando el cuello de las camisas, 
el olor de las telas perfumando el otoño, 
las mangas 
abrazándose 
impulsadas por el aire de mayo? 

¿No es el amor así, 
a veces? 


LA FLOR 

Agosto huele a pinos. 
En mi cuarto 
bajo la luz que la cortina transparenta 
extiendo 
la flor de invierno de mi cuerpo. 

Apenas recordaba mi perfume.


HIBERNACIÓN 

Algunas veces 
guardo 
en el hueco del silencio 
restos de mí, 
hilachas de palabras, 
pedacitos de olvido, hojas secas. 
Acomodo mi cuerpo 
y espero 
el tiempo de las flores 
o algún frío repentino, 
lo que llegue primero.


COSAS DEL VIENTO 

El viento 
acerca 
la sombra del sauce, 
el viento la aleja. 

En mi regazo 
su caricia esquiva. 


NATURAL 

Llueve 
y mi corazón 
que sabe de tormentas 
descansa en el ruido del agua. 

Suave 
es el sonido de la lluvia en el pasto 
suave 
es el agua que cae 
vencida por las leyes de lo natural. 

Así te he querido 
tanto tiempo. 


ORACIÓN 

Yo ya no quiero amor. 
Quiero que alguien 
roce mi corazón 
con la ternura 
de quien encuentra una flor mustia 
y se complace. 


EL REGALO 

Quiero 
escribir unas palabras 
para los pétalos blandos de una rosa 
que encontré desperdigados por el piso 
cuando los iluminó la luz de la mañana 
como si el corazón de la flor se hubiera roto 
en medio de la noche 
y esperara por mí 
para mostrarme 
la belleza del ciclo de las cosas 
la perfecta armonía de la vida 
y su tragedia. 



City Bell, sábado 4 de mayo de 2024
En Patio, Elandamio Ediciones, San Juan, Argentina, 2023 / 
Mariana Finochietto (General Belgrano, provincia de Buenos Aires, 24 de enero de 1971) / Reside en City Bell / Fotos: jmp / 
Los autores y textos forman parte de estudio en ejercicios de taller, y su destino es solo para este objetivo.- 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bellos poemas ,impactan sus versos finales. Felicitaciones

Miriam Gratti dijo...

Bellísimos poemas, siempre es un privilegio leer a Mariana,gracias por compartirlos.

Mariana Finochietto. dijo...

Gracias!