Iva María Dowhun, Puede ser que mi flauta sea mágica


VECINOS

Antonio

Tengo un Antonio que es chapista.
Él coloca las luces de navidad de la casa en dónde vive.
Tiene un bebé que es sobrino. Creció un poco; yo me quedo con Tatiana sólo hablando cosas de mujeres.
Vive cerca de Simino, el que vende todo, ni sé qué.
¡Ay! Antonio sé cuando me saluda, los sábados y domingos.
Antonio una vez arregló el auto de Roberto que estaba chocado. Quedó reluciente con chapas nuevas.

Rocío

Rocío vive en la otra punta de mi calle.
Pasando la ciento diecisiete. Somos amigas de bastante verdad de chiquitas y de ahora.
Ella usa vincha y tiene dos tatuajes, uno en la muñeca y otro en el cuello. Se pinta como todas las mujeres y eso. Se pone aritos hasta en el ombligo.
Sus papás son Selva y Jorge.


LOCOS

Los demás

Los demás tienen guerras y yo quiero amar el amor.
Hay cosas que ni sé, ni sé, ni sé y es todo ni sé.

Gritos

Cuando me gritan siento humo en la cabeza
por arriba
y fuego ardiendo,
y me explota cuando me gritan.
Me retumba la cabeza como un terremoto
como si se deshiciera el planeta.

Las mayorías

La mayoría de las gentes protestan.
No se puede vivir así. Siempre tocando la bocina. Tienen que esperar.
La vida es como puro intento. Los grandes tienen que saber que los chicos tienen que volar solos y vivir solos.
De verdad prefiero estar en otro mundo.
No siquiera me gusta cómo hablan.
No hay que correr.

Hanah Motana

Soy Hanah Motana, la que siempre canta las canciones.
To day sakiley
To day
To day salimpia
To day strari world

Ella es de Disney Channel.
La voy a ver en persona real cuando viaje,
total sé cantar en inglés.
Yo podría ser Hanah Motana. 


Iva María (uno)

Tengo todo nuevo.
Quiero ser la nueva presidenta.
Que me voten. ¡Todos por mi!,
así poder hacer algo.

Como una caja de verdad con sobre y todo eso y te pidan votar.
Una caja cualquiera con unas liñitas.

Me postularía en México.
Igual que en el congreso que hace Luis en Santa Fe.
A mi me encantaría hablar sobre todo lo que pasa en todo el mundo entero seriamente,
entero, hablar de lo que no se dice.

Mi sister Gaby

Mi sister Gaby es una golosina que me la como.

El amor es como una mariposa, atrapala y no la dejes volar.
Que tengas una hermana loquísima y que se explote el mundo entero.

Fantasmas buenos

Íbamos por una ruta negra como la noche, como el miedo. Caminábamos tembleques y decíamos: “Está bueno el miedo” y después gritamos porque estábamos asustadas. Y en eso vimos fantasmas buenos.
En Internet me fijé que los fantasmas son horribles porque tienen como colmillos y a los fantasmas le gusta la lluvia. Chupan la lluvia.
Todo es cierto. Lo de soplar en el aire. Me fijé muy bien en Internet. Cuando estuve de vacaciones miré. Era increíble pero fue de verdad.


OTROS

Cristina

Cuando Cristina se jubile voy a comprar un gallo y cuando lo tenga de verdad me va a despertar todas las mañanas.
Con la mente lo voy a conseguir.

En el barrio los vecinos tienen y son lindos oírlos cantar cuando el sol viene.

Valeria

Valeria me dice que soy la hermana
y yo le digo lo mismo. Somos iguales.
La madre es mi amiga y es una divina.
Me gustaría ir a Necochea y a otros países más con ella.
La mamá de Manis tiene una amiga en Londres y ella me dice que puedo para siempre ir. Además conoce a un chico de trece años que se fue a Londres y su abuela lo recibió.
Me siento muy amiga y muy hermana de Vale.
Espero que llegue a Macondo y bailo con ella.

Para todos la flauta

Joaquín va a ser mi sobrino.
Voy a tocar la flauta; para todos la flauta.
Todos los bebes se tranquilizan.
Les toco una canción de mi carpeta y se duermen.
Puede ser que mi flauta sea mágica y en mi barrio quedan relajados.

A todo el planeta entero.
End.

Final

Quería abrir la puerta de las cosas y ver las rosas de tu amor.
La luna, las estrellas, el mar, las nubes, la oscuridad, las flores, la música y el amor.




Ivamaría escribe todo de corrido y con mayúsculas. Es hermoso ver esos textos. Leemos en la contratapa de este bello libro: “Iva María Dowhun acaba de cumplir 22 años (2008, n/e). Asiste al taller de literatura de La Grieta coordinado por Gabriela Pesclevi… guardamos como un tesoro `Los papelillos`, se trata de textos de diferentes formatos que guardamos en tres álbumes en la biblioteca. Va a una escuela laboral, a un taller de carpintería, toma clases de inglés y de flauta dulce. Le fascinan los cumpleaños y usar polleras de colores”.


En: “De vecinos, de locos y de otros”, Ediciones La Chicharra, 2008. 
Selección de textos: jmp.

Elba Ethel Alcaraz, todos los días vuelven a ser días




ESA MÚSICA…

A Chicha

No es esa música.
Es el tiempo insostenido
de esa música
el que nos rodea, penetra,
se instala.
A través de la voz
la memoria arrima
otro sol
a este compartido
e ilumina plácidamente
nuestro estar.



JUEGO

El circulo trajinado
del tiempo
vuelve a su origen
en el asombro, la alegría,
la ingenua entrega
al aire de la nieve
que cae mansa
y sólo cruje
cuando rescato
con el juego
el júbilo remoto
del salto en la vereda
de mi infancia.



AUSENTES

Sólo los nombres reconozco
sin carnadura memorable.
Compartimos alguna vez
el vaso, las palabras,
la noche alta, el entusiasmo,
cuando a todos ocupaba la vida.

Ahora, ni los nombres
ni algunos poemas separados
alcanzan para rescatarlos
de la pérdida, el vacío,
la propia muerte.

Y yo, ¿estoy viva?



INTERIOR

La lluvia compasada
separa las telas de la noche.
Un único sonido
repiqueteante y denso
invade el bienestar
y lo prolonga.
El lecho es vientre acogedor
que niega el mundo.
Por el amor, suspendidos,
vemos cómo zozobra la rutina.



HÁLITO

Un golpe en la ventana
–oculto espejo de aire-
y el cuerpo diminuto del colibrí
yace en la hierba aún fría
de la mañana.
La niña acude, lo levanta,
sopesa la levedad aún viva
y le transmite
su voluntad en vilo,
su íntimo aleteo,
hasta que el ojo rasga la ansiedad
y al sol renueva
su intensidad moviente.



CAMPO

Detrás de los cercos
la sumisión.
Alambre y tierra acostumbrados.
El amarillo crece ganando el aire
y hay una huella para el nacimiento.
Animales lentos
comunican el tiempo
sin cristales.
Las paredes rosadas lo devuelven
a una memoria primitiva.
Se abren las manos
y la tristeza se ríe
en los patios de polvo.
Nacer, morir es una rueda clara
que rompe los terrones de sol,
largamente.
A veces, cavan los cuchillos.
Pero todos los días
vuelven a ser días.



CIUDAD

Arena.
Ventanas apretadas.
Todo está sucio de arena.
La coraza hiende los cristales.

Dónde está el tiempo pequeño,
agua, luz, mañana?

Calles de arena.
Dorada muerte lenta.
Y desnudo el corazón, adentro.
Huecos rotos y grises.

Porque hay que hablar,
gritar, cantar.

Rojo el aire, hace muecas hondas.

Arena.
El agua pasa y muere.




Elba Ethel Alcaraz (La Plata, 21 de abril de 1932). Vive en City Bell.
Selección de JMP. Libros: “Distinta tarde” (1990-1999; El Búho, 2007), “Espacios y claridades” (1960-1978; Tierra Firme, 1995) y “Todos los días” (Altamar, 1958).

Foto: Elba Ethel Alcaraz, Susana Siveau, Irina Bogdaschevski y José María Pallaoro, 
circa 2011, Biblioteca López Merino. Archivo de la talita dorada. 

Osvaldo Ballina, saldré vivo del mundo




POEMA 20

          Dice: Las velas están henchidas y vibra el cordaje. Llevo corales y miel a la ciudad de los muertos. No hay mar alrededor, sólo destino. Saldré vivo del mundo.



POEMA 13

         Hay cántaro porque hay manantial. Bajó entonces de la colina y revistió de mármol las rocas dispersas. Nadie más dio vuelta al huso. La mano del ahorcado dejó escrito: Vi la luz que no muere en el primer parto.



POEMA 10

         Sapo de ningún pozo, retuerces tu sed, asfixias tu hambre, no hay águila que coma tu hígado, inútil zumbido verbal para lo sordo y, sin embargo, crepitas de fuego, ríes del pavo real en celo y vuelas sin eco ruin, ni con dios ni con el diablo, maldición del conformista, paño sin imagen, elogio del bastardo.



EL CAOS LUMINOSO

La precaria vanidad de inclinarse
con obcecación
sobre la inescrutable transparencia.



LA CAZA

El dolor es un lobo que mira la nieve.
El aire lo toca a la hora más bella y gozosa.

Es esto que se ve: una brisa que no roza los árboles.
Que mira como el lobo. O cómo la nieve mira al lobo.

Reposa dentro de las cosas.
Respira cerca de la piel.
Su acecho es el otro.

Llega el olor de la caza.
Miro para adentro.
El dolor.

La vieja técnica de devolverle,
en espejo, la propia imagen.

Vacila.
Rápido, clavo la palabra.



ROMPÍ EL HIELO…

Rompí el hielo con el hacha
hasta dar con el agua.
Hundí la cabeza en el pozo
y abrí bien los ojos.
Tampoco allí estaba
el buen dios.
Sólo lo eterno y la espera.



DE PRONTO PERDÍ PIE EN LA DEMENCIA…

           De pronto perdí pie en la demencia. El corazón se desplazó hacia la ilusión de un mundo, si no ya justo, más humano. El aire, extrañamente no se enrareció. Las palabras encontraron un nuevo destino: a falta de razón, embriagar.



NO HAY NADIE AQUÍ…

No hay nadie aquí.
¿Será por la oscuridad?
No, por la luz.
La luz es peligrosa.

¿Qué excusa nos deja?
Correr en la oscuridad
sólo correr
correr
correr en la oscuridad.

La negra comida del corazón
que trabaja siempre en falso.

¿Quién soporta otra realidad?



COSAS DE NADA

           ¿Y si la vida fuera sólo la posibilidad de alcanzar cierta voluptuosidad en los días concedidos ante la nulidad de sentido y tantas cosas de nada envueltas en un silencio opresivo que luego se transforman en destrucción?



CAMPO DE GRACIA

Todo envejece rápido
pero quedan los riesgosos pasos
hacia el destello interior

Por caso
de sesgo y desnuda
como la brisa entre los bambúes
imagen de usted
la bella



ARTE POÉTICA

Si podemos tocar una sola nota
es suficiente.
El método: una penetración a oscuras
que fija una relación personal
con lo intangible.
El objetivo: llenar de vegetal
el desapego y   eyacular
desnudo y erguido
dulce semen del mundo.



ÚLTIMOS DIÁLOGOS EN LA BUHARDILLA

Cuando papá enfermó eligió la buhardilla.
Pocas las cosas a su alrededor: la vieja foto de Einstein,
los libros de medicina, la cama, un anotador
y la intrusa luz del otoño por la ventana.

Subí a la buhardilla y bajé a la infancia.
Había ya ausencias que se volvían presencias.
Nos miramos fijo después de mucho tiempo difícil.
Pidió limones de mi casa para quitar el sabor
que los rayos de cobalto le dejaban en la boca.

A nuestro modo, como siempre, pudimos entendernos.
El escupía la muerte bajo protesta.
Yo le mostré cómo era mi cara con lágrimas.
Después, discurriendo sobre el futuro que nos unía y separaba,
comenzamos en paz
los últimos diálogos en la buhardilla.



REVELACIONES DE UNA FOTO SATELITARIA

Alguien me regala una foto satelitaria
de la ciudad en que vivo
tomada una mañana de aparente ocio y vacío.
Hermosas y extrañas esas manchas
fijan una limpia distancia con lo humano.
Es la vida que no vemos,
la música inmóvil, exultante
en una panorama de advertencia.
Existe un paraíso de los árboles.
Yo fui un dios alguna vez
cuando dispuse el verde en torno a mi casa.



POEMA MENOR

La vida es real sólo en ciudades que sueñan.



Osvaldo Ballina (La Plata, 1942).-
Selección de textos (Jmp) de los libros: “Conjuros” (2003); “El caos luminoso” (2002); “Apuntes del natural” (2001); “Confines” (1998); “Verano del incurable” (1996); “Final del estante” (1994); y “La vida, la más bella” (1988).-

Foto: De izquierda a derecha: Rafael Felipe Oteriño, Luis Pazos, Horacio Castillo, Néstor Mux, José María Pallaoro y Osvaldo Ballina, Centro Cultural Islas Malvinas, c. 2002. Archivo de la talita dorada. 

Sandra Cornejo, El diálogo y otros poemas


FÁBULA

En días primitivos
días de maderos
encendiéndose en la medianoche

dibujabas monstruos

monstruos de verde sin piernas
con ojos grandes y huecos
bajo un cielo de negro

les pintabas un cielo de negro y no tenían pies.

Sobre la cresta cortante de la cueva
los dedos chirriaban.

En ese azote que bate todavía
habría que empezar
a construir
la frase.



CACERÍAS

Cuando tus ojos fueron semejantes
migró el paisaje hacia los tonos
naranjas.

Era invierno.

Los gatos salvajes desgarraban
sus cacerías.
Quietos
en una
enrarecida hierba
los alerces desamparaban el gemido.

En la mañana
algún tendón, una brizna
un órgano minúsculo
emparentaba la sangre
con la sangre.

Donde se suponía debían de
crecer
las amapolas
los perdigones estallaban

dura edad
en esos ojos.



ENCUENTROS

Si el encuentro arriba
a un destino
incierto

huye

como debería la liebre
huir de la luz.



AHORA

Ahora
que nuestras presencias transitan
descalzas, inermes, casi libres
lo que no es un sendero

no sentimos miedo.

Miedo era presuponer qué ocurriría.



IN NOMINIS

Hay un extremo,
un camino medio,
seres diversos,
mínimas indulgencias. Hay más.

Hemos discutido acerca de nuestras
pertenencias duramente.
Hora tras hora nos hemos encargado
de señalar lo que a cada uno corresponde.
La casa,
como a niños arrojados,
nos observa.

Nuestro perro al sol en la ausencia
me acompaña
hemos macerado su crianza juntos
pero recuerdo que
del Amor
en el extremo
en el camino medio

surgió la Gracia
y el animal creció
y algo
comprendimos.

De “Partes del mundo” (2005)



EN LA CASA...

En la casa
los ruidos
y el reflejo de la luna
se hunden
en la noche
    
Los niños
los hijos de las sombras
de la casa
juegan
al filo de la luna



CRIABA CONEJOS...

A Piojo, siempre

Criaba conejos
En cada pata
un fantasma de cabellera
blanca
En cada oreja
una veta de pelo gris,
casi plateado

Criaba conejos
Ponía el trébol
en la jaula de alambre tejido
del invierno
Su mirada
era el límite del habla
la textura de una frase
nunca dicha

Criaba conejos que le sonreían
¿Qué haría con ellos
qué conmigo?
Me dejó una casa
con un pozo ciego
¿lo sabía?

Olía a resina
a canto rodado de julio
a naranjas



UN ABEDUL

Un abedul
cuando llueve,
una arboleda que aclara
al arañar la pista
y desciende el avión en un aeropuerto
donde las mujeres beben vodka
a las seis de la mañana hora local

Era acogedor el frío
aunque temible
Cantabas en mi idioma
pero con otro acento
Afuera la hilera de abedules
los aviones solos sobre el cemento mojado

Detrás de las cabinas
los soldados
te miraban cantar

Algunas veces, por un instante
la historia debería sentir compasión
y alertarnos

De “Sin suelo” (2001)



MASKERS

Fuimos una de esas calles
que jamás se vuelven a cruzar
–como Damrak
y su pequeña prostituta
con manecitas de ausencia–.

Fuimos
porque está escrito
y será invierno
y es imposible que la estrella que caerá
no caiga.



NOCHES

Ciertas noches
cuando se aleja el tiempo de la niebla
y es verde gris el bosque
en la ladera,
quisiera velar,
por última vez,
tu antigua despedida

      sin embargo

reabro los postigos
enciendo una vela en la cabaña
y aguardo
              en tinieblas.



EL DIÁLOGO

En cuál diálogo descansaremos
si aprieta el frío:
Nunca es bueno el tiempo para despedirse
ni justo.

Es buscar salidas a la angustia, decías.
Y hablabas de un modo diferente.

Llegar a casa y dar al hijo el pan
caliente/ maduro/
soplado de luz.

El diálogo:
   el hijo.

De “Ildikó” (1998)



CLASE 62
(1983)

Llegó el verano
pero no estabas bajo la nieve.

Jamás te olvidaremos.



EN NOMBRE DEL ERIZO

A José María

Cómo puedo explicarte humanamente claro
“el erizo sonríe en su cuevita”
“no tirita miedo”
                       “espigas en los torreones
comparten el aire”
                         “se lleva fusiles,
dolores, la noche”.
Cómo humanamente claro
                                  “el erizo aún ama defender
tu miel de los endriagos”
                                   “sus ojitos te cuidan”
    “tu poema lo sabe despojado de púas”
Vos
(cuya inmensidad lo quiere así de torpe
así tan dulcemente)
                              contame
                              ¿Cómo puedo explicar
su corazón de animalito agradecido?

De “Borradores” (1989)


Sandra Cornejo (La Plata, 14 de abril de 1962).-
Selección de textos (Jmp) de los libros: “Borradores” (1989); “Ildikó” (1998); 
“Sin suelo” (2001) y “Partes del mundo” (2005).

Foto: Ana Emilia Lahitte, Rafael Felipe Oteriño, Sandra Cornejo y José María Pallaoro. 
Presentación antología “Naranjos de fascinante música”, 2003. 
Archivo de la talita dorada. 

César Cantoni, La conquista de América y otros poemas inéditos



RETRATO A LÁPIZ

Cuando el artista J. R. Butin me retrató a la edad de siete años,
no imaginó, seguramente, que se me caería el cabello,
tampoco que sería poeta –título discutible–
y mucho menos que, luego de cinco décadas y media,
su dibujo continuaría colgado en una pared de mi escritorio,
como si el niño lleno de ilusiones
no quisiera abandonar al hombre de hoy.



HOMO ERECTUS

Cuando la bestia se paró en dos patas
comenzó la civilización.
Manuel del Cabral

Animal del género de los homínidos, mamífero y parlante,
cuya columna vertebral le permite caminar erguido,
con la cabeza levantada y apuntando al cielo,
de donde emana su inclinación a la superchería.



NUEVO CREDO

Cualquiera puede inventar una criatura
(por ejemplo, un cocodrilo con alas)
y asignarle cualidades divinas.
En poco tiempo, una legión de adoradores
abrazará el nuevo credo.
Sólo hay que ser perseverante 
y predicar.



LA CONQUISTA DE AMÉRICA

Llegaron con espadas y arcabuces.
Los despojaron del oro y de sus dioses.

Para llenar el vacío espiritual,
les revelaron a un dios blanco.  

El oro –cinco siglos después–
siguen sin devolvérselo.



AMERICAN WAY OF LIFE

De chico, me encantaban
las series americanas,
que miraba en mi dormitorio
mientras tomaba la merienda.

¡Cómo anhelaba, entonces,
la hora de ser grande
para matar a mucha gente
y convertirme en héroe!



HUBO UNA ÉPOCA

Sí, hubo una época
en que quemábamos los libros
para no ser nosotros
los arrojados a la hoguera.



PARAFRASEANDO A FERNANDO PESSOA

Todas las cartas de amor son ridículas”, escribió el poeta.
Todos los poemas de amor también son ridículos.
El amor, incluso, es una cosa ridícula.
La gente mata o muere ridículamente por amor.
¿Pero quién que haya amado hasta el ridículo
no vio abrirse a su paso las aguas del Mar Rojo?



¿QUÉ ES LA POESÍA?

En un poema, una palabra sigue a otra palabra
como un auto sigue a otro auto en la calle.

De igual modo, hay una sintaxis del tránsito
–un fluir regulado por marchas y paradas– 
como hay una sintaxis del lenguaje.

Pero la poesía no es las palabras
ni los autos persiguiéndose.   

Tampoco es la consecuencia de una sintaxis o de otra.

La poesía es ese choque imprevisto en una esquina,
con muertos y heridos sobre el pavimento,
mientras suena furiosamente una sirena 
y llega la policía.



PIENSO EN UN POETA MUERTO

Pienso en un poeta muerto a los 25 años,
mientras leo un poema suyo en una revista
que tiene un nombre extravagante.
Probablemente, el poema
no logre sobrevivirlo mucho tiempo,
pero hoy es lo que respira todavía por él,
el único hueso que asoma de su tumba.



A DESPECHO DE LAS BUENAS COSTUMBRES

A despecho de las buenas costumbres,
“mierda” es una de nuestras voces más usadas.
Los espectadores salen furiosos del cine
porque la película resultó una “mierda”.
La esposa manda a la “mierda” al marido
y se marcha con su amante.
Y hasta los poetas, puestos a opinar,
tachan de “mierda” la poesía de sus pares.
Se dirá que los tiempos que corren carecen de lirismo.
Es cierto, ¿pero cómo hablar o escribir con palabras
que no coincidan con la realidad?



De: “Un arte invisible”, libro inédito.-

César Cantoni (La Plata, 23 de febrero de 1951). Poeta.
Foto: Horacio Preler, José María Pallaoro y César Cantoni, 2005.
Archivo de la talita dorada.-