LOS HIJOS QUE NO HE
TENIDO
los hijos que no he
tenido
no podrán
reclamarme nada
son como los reyes
magos
o mejor como
los ángeles
invenciones para no hablar de la muerte
las madres que no
fueron,
tampoco
han parido por allí
los dolores de
otros
y las artimañas
propias
y un sucedáneo artificial
de la felicidad
que las conmueve
allá ellos
y los padres
equivocados
que delinearon esa
tragedia
QUISIERA QUE TE FUERAS
quisiera que te
fueras
de mi vida
pero no sé cómo
un aroma dulce se sabe
no se despega con
caramelos
ni con chocolates
en todo caso
probaría con
cebollas
o con hongos que no
se comen
como ves
sigo implicado en
empresas
condenadas al
fracaso
como limpiar manteles de tus restos
o desacomodar de las sábanas
tu silueta que como sombra
resiste
imperturbable a todo
TENÍA UNA BARCAZA
tenía una barcaza
que andaba los ríos
de octubre a marzo
tropezando con
restos
del fondo
a veces los peces
moribundos
se adherían a sus
bordes
se volvían azules
las escamas
sobreviven
aún en la madera
mayormente las
redes
abrazaban algas piedras
el verdín de lo quieto
los cuerpos
aparecían
los martes o los
sábados
blancos ajenos
enredados
les cortaba las
cuerdas
para que se fueran
algunas veces al
regresar
volvía a cruzarlos
río abajo
enteros
una ración impropia
hasta para las alimañas
De “Más rojo era tu nombre”, 2010.
DESEMBOCADURA
nado en dirección
contraria a mi deseo
una corriente suave
me lleva
otras veces me
aferré a esos islotes de caña
al animal lúgubre que
fui
ahora todo tiene
consistencia de papel
enhebro artilugios
para convencerme
que el sonido del agua en la piel
que
los peces carcomen mis manos
ya nada de eso
tiene relevancia
apenas queda el
silencio al final del recorrido
el enorme espacio
en que me deshabito de mi flora y mi fauna
y una tarde que no
termina
HOJARASCA
ha puesto
una hoja sobre otra
un ritual que llevó
todo el otoño
el paseo por el bosque
la selección cuidadosa
la combinación de colores
las bolsas
despedían humedad
como si aún estuvieran
vivas
una sobre otra
con la paciencia
del cálculo
el azar disimulado
debajo,
el cuerpo que no
pudo olvidar
LAS MUJERES DE LA
CASA
I
el cuerpo de papá
en la cama
ya no respira
no duerme
no vendrá en la noche
a cuidar mi orgullo
mi devoción
el sueño más extraño
los diarios en el
desayuno
van a quedar
abandonados
como yo
II
no hay nada que
decir
no tuvimos niños casa
errores mayores
el hombre no muere
cuando muere
sino cuando se va
III
hace años
felices
caminábamos el
tiempo
las formas de la huída
se fue todo
hace años
ayer como si supiera
dijo ser infiel
silencio
y una cuerda que se estira
para romperse alguna vez
IV
las mujeres de esta
casa
hijo querido
te llevaron a la
ruina
hasta el humor
perdiste
en ese terror
ellas ellas
ellas te llevaron
y mataron
brujas
madres hijas
de malas madres
V
que dios lo ampare,
señor
y lo tenga en su
gloria
yo tendré su foto
guardada en el
relicario
su cuerpo en el
recuerdo
de mi cuerpo
un vacío eterno en
el vientre
y el último beso a
escondidas
TRAMA DE UNA CIUDAD
(Fragmento)
una ciudad al borde
del desierto
simula el entramado
de una hoja
las calles se
inundan
un viento de arena
despeja las caras
un par de casas se
elevan del plano
atalayas para ver
el horizonte del atardecer
el resto es
chaperío adobe mustio
una hendidura de
tierra
donde se cuelan los
rezos de los creyentes
un error en la
cuadrícula
el olor a incendio
que se esparce de día
barrios abiertos
por la sangre
a veces se ven
personas
llevan cuencos vacíos en las manos
manojos de cristales falsos en los
bolsillos
detrás de una
ventana
una pareja duerme
un sueño de rodillas
(…)
De “Flora y fauna”, 2014.
En: “Más rojo era tu nombre”, Editorial
Algazul, 2010
y “Flora y fauna”, Ediciones del Dock, 2014.
Selección de textos: Jmp. Gracias, José Luis,
por tus libros!
José Luis Visconti (La Plata, 1968).
Periodista, poeta. Foto: JLV en FB.
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