José Luis Visconti, Detrás de una ventana


LOS HIJOS QUE NO HE TENIDO

los hijos que no he tenido
no podrán reclamarme nada

son como los reyes magos
o        mejor como los ángeles
         invenciones para no hablar de la muerte

las madres que no fueron,
tampoco

han parido por allí
los dolores de otros
y las artimañas propias
         y un sucedáneo artificial
         de la felicidad
         que las conmueve

allá ellos
y los padres equivocados
que delinearon esa tragedia



QUISIERA QUE TE FUERAS

quisiera que te fueras
de mi vida
         pero no sé cómo

un aroma dulce        se sabe
no se despega con caramelos
                   ni con chocolates

en todo caso
probaría con cebollas
o con hongos que no se comen

como ves
sigo implicado en empresas
condenadas al fracaso

         como limpiar manteles de tus restos

         o desacomodar de las sábanas
         tu silueta que como sombra
         resiste
                   imperturbable a todo



TENÍA UNA BARCAZA

tenía una barcaza
que andaba los ríos
de octubre a marzo
tropezando con restos
                   del fondo

a veces los peces
         moribundos
se adherían a sus bordes
         se volvían azules

las escamas sobreviven
aún en la madera

mayormente las redes
abrazaban algas       piedras
         el verdín de lo quieto

los cuerpos aparecían
los martes o los sábados
         blancos                   ajenos
         enredados

les cortaba las cuerdas
para que se fueran

algunas veces al regresar
volvía a cruzarlos
río abajo
         enteros
         una ración impropia
         hasta para las alimañas


De “Más rojo era tu nombre”, 2010.



DESEMBOCADURA

nado en dirección contraria a mi deseo
una corriente suave me lleva

otras veces me aferré a esos islotes de caña
                       al animal lúgubre que fui

ahora todo tiene consistencia de papel

enhebro artilugios para convencerme
                     que el sonido del agua en la piel
                     que los peces carcomen mis manos

ya nada de eso tiene relevancia

apenas queda el silencio al final del recorrido
el enorme espacio en que me deshabito de mi flora y mi fauna
y una tarde que no termina



HOJARASCA

ha puesto
una hoja sobre otra

un ritual que llevó todo el otoño

          el paseo por el bosque
          la selección cuidadosa
          la combinación de colores

las bolsas despedían humedad
                      como si aún estuvieran vivas

una sobre otra
con la paciencia del cálculo
            el azar disimulado

debajo,
el cuerpo que no pudo olvidar



LAS MUJERES DE LA CASA

I

el cuerpo de papá en la cama
ya no respira
          no duerme
          no vendrá en la noche
          a cuidar mi orgullo
                     mi devoción
                     el sueño más extraño

los diarios en el desayuno
van a quedar abandonados
como yo


II

no hay nada que decir

no tuvimos niños       casa
           errores mayores

el hombre no muere cuando muere
sino cuando se va


III

hace años
felices
caminábamos el tiempo
           las formas de la huída

se fue todo
hace años

ayer      como si supiera
dijo ser infiel
           silencio
           y una cuerda que se estira
           para romperse alguna vez


IV

las mujeres de esta casa
              hijo querido
te llevaron a la ruina

hasta el humor perdiste
en ese terror

ellas      ellas

ellas te llevaron
y mataron
         brujas
         madres hijas
         de malas madres


V

que dios lo ampare, señor
y lo tenga en su gloria

yo tendré su foto
guardada en el relicario
su cuerpo en el recuerdo
                      de mi cuerpo
un vacío eterno en el vientre
y el último beso a escondidas



TRAMA DE UNA CIUDAD
(Fragmento)

una ciudad al borde del desierto
simula el entramado de una hoja

las calles se inundan
un viento de arena despeja las caras

un par de casas se elevan del plano
atalayas para ver el horizonte del atardecer

el resto es chaperío      adobe mustio
una hendidura de tierra
donde se cuelan los rezos de los creyentes
un error en la cuadrícula
el olor a incendio que se esparce de día
barrios abiertos por la sangre

a veces se ven personas
           llevan cuencos vacíos en las manos
           manojos de cristales falsos en los bolsillos

detrás de una ventana
una pareja duerme un sueño de rodillas
(…)


De “Flora y fauna”, 2014.


En: “Más rojo era tu nombre”, Editorial Algazul, 2010
y “Flora y fauna”, Ediciones del Dock, 2014.
Selección de textos: Jmp. Gracias, José Luis, por tus libros!
José Luis Visconti (La Plata, 1968). Periodista, poeta. Foto: JLV en FB. 

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