POEMA
20
Dice: Las velas están henchidas y vibra el cordaje. Llevo corales y miel a la
ciudad de los muertos. No hay mar alrededor, sólo destino. Saldré vivo del
mundo.
POEMA
13
Hay cántaro porque hay manantial. Bajó
entonces de la colina y revistió de mármol las rocas dispersas. Nadie más dio
vuelta al huso. La mano del ahorcado dejó escrito: Vi la luz que no muere en el primer parto.
POEMA
10
Sapo de ningún pozo, retuerces tu sed,
asfixias tu hambre, no hay águila que coma tu hígado, inútil zumbido verbal
para lo sordo y, sin embargo, crepitas de fuego, ríes del pavo real en celo y
vuelas sin eco ruin, ni con dios ni con el diablo, maldición del conformista,
paño sin imagen, elogio del bastardo.
EL
CAOS LUMINOSO
La
precaria vanidad de inclinarse
con
obcecación
sobre
la inescrutable transparencia.
LA
CAZA
El
dolor es un lobo que mira la nieve.
El
aire lo toca a la hora más bella y gozosa.
Es
esto que se ve: una brisa que no roza los árboles.
Que
mira como el lobo. O cómo la nieve mira al lobo.
Reposa
dentro de las cosas.
Respira
cerca de la piel.
Su
acecho es el otro.
Llega
el olor de la caza.
Miro
para adentro.
El
dolor.
La
vieja técnica de devolverle,
en
espejo, la propia imagen.
Vacila.
Rápido,
clavo la palabra.
ROMPÍ
EL HIELO…
Rompí
el hielo con el hacha
hasta
dar con el agua.
Hundí
la cabeza en el pozo
y
abrí bien los ojos.
Tampoco
allí estaba
el
buen dios.
Sólo
lo eterno y la espera.
DE
PRONTO PERDÍ PIE EN LA DEMENCIA…
De pronto perdí pie en la demencia.
El corazón se desplazó hacia la ilusión de un mundo, si no ya justo, más
humano. El aire, extrañamente no se enrareció. Las palabras encontraron un
nuevo destino: a falta de razón, embriagar.
NO
HAY NADIE AQUÍ…
No
hay nadie aquí.
¿Será
por la oscuridad?
No,
por la luz.
La
luz es peligrosa.
¿Qué
excusa nos deja?
Correr
en la oscuridad
sólo
correr
correr
correr
en la oscuridad.
La
negra comida del corazón
que
trabaja siempre en falso.
¿Quién
soporta otra realidad?
COSAS
DE NADA
¿Y si la vida fuera sólo la
posibilidad de alcanzar cierta voluptuosidad en los días concedidos ante la
nulidad de sentido y tantas cosas de nada envueltas en un silencio opresivo que
luego se transforman en destrucción?
CAMPO
DE GRACIA
Todo envejece rápido
pero quedan los riesgosos
pasos
hacia el destello interior
Por caso
de sesgo y desnuda
como la brisa entre los
bambúes
imagen de usted
la bella
ARTE
POÉTICA
Si
podemos tocar una sola nota
es
suficiente.
El
método: una penetración a oscuras
que
fija una relación personal
con
lo intangible.
El
objetivo: llenar de vegetal
el
desapego y eyacular
desnudo
y erguido
dulce
semen del mundo.
ÚLTIMOS
DIÁLOGOS EN LA BUHARDILLA
Cuando
papá enfermó eligió la buhardilla.
Pocas las cosas a su alrededor: la vieja foto de Einstein,
los libros de medicina, la cama, un anotador
y la intrusa luz del otoño por la ventana.
Pocas las cosas a su alrededor: la vieja foto de Einstein,
los libros de medicina, la cama, un anotador
y la intrusa luz del otoño por la ventana.
Subí
a la buhardilla y bajé a la infancia.
Había ya ausencias que se volvían presencias.
Nos miramos fijo después de mucho tiempo difícil.
Pidió limones de mi casa para quitar el sabor
que los rayos de cobalto le dejaban en la boca.
Había ya ausencias que se volvían presencias.
Nos miramos fijo después de mucho tiempo difícil.
Pidió limones de mi casa para quitar el sabor
que los rayos de cobalto le dejaban en la boca.
A
nuestro modo, como siempre, pudimos entendernos.
El escupía la muerte bajo protesta.
Yo le mostré cómo era mi cara con lágrimas.
Después, discurriendo sobre el futuro que nos unía y separaba,
comenzamos en paz
El escupía la muerte bajo protesta.
Yo le mostré cómo era mi cara con lágrimas.
Después, discurriendo sobre el futuro que nos unía y separaba,
comenzamos en paz
los
últimos diálogos en la buhardilla.
REVELACIONES
DE UNA FOTO SATELITARIA
Alguien
me regala una foto satelitaria
de
la ciudad en que vivo
tomada
una mañana de aparente ocio y vacío.
Hermosas
y extrañas esas manchas
fijan
una limpia distancia con lo humano.
Es
la vida que no vemos,
la
música inmóvil, exultante
en
una panorama de advertencia.
Existe
un paraíso de los árboles.
Yo
fui un dios alguna vez
cuando
dispuse el verde en torno a mi casa.
POEMA
MENOR
La
vida es real sólo en ciudades que sueñan.
Osvaldo
Ballina (La Plata, 1942).-
Selección
de textos (Jmp) de los libros: “Conjuros” (2003); “El caos luminoso” (2002);
“Apuntes del natural” (2001); “Confines” (1998); “Verano del incurable” (1996);
“Final del estante” (1994); y “La vida, la más bella” (1988).-
Foto:
De izquierda a derecha: Rafael Felipe Oteriño, Luis Pazos, Horacio Castillo,
Néstor Mux, José María Pallaoro y Osvaldo Ballina, Centro Cultural Islas
Malvinas, c. 2002. Archivo de la talita dorada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario