LOS QUE ANDAN
pisan fuerte
sobre
el techo frágil
en búsquedas
nocturnas
hacia
el baldío
crecieron
salvajes
entre
pelea y pelea
y
repiten ritos ignorados
mientras
duermen al sol
acurrucados
una
vieja les da de comer
en
estas épocas de hambrunas
y con
las panzas llenas
llenan
a las hembras gigantes
y
bellas
que
miran a la luna
con
anteojos de botellas
saltan
entre sueño y sueño
y no
le importa la lluvia y se cobijan
melancólicos
tranquilos
debajo
de las chapas
muerden
las ratas
golpean
las piedritas
y en
la tarde
cuando
se hace de noche
salen
en manifestación
sin
necesidad
de
invitarnos.
EN UN PRINCIPIO
ella
empezó su historia
por el
final
fue la
última hija de amores
salteados
por
algunos desencuentros
entre
un vasco Biscayart
y una
criolla Sosa
sus
grandes ojos
de
adolescencia
parieron
en dulces juegos sus hijos
carpinteros
de 51 y 19
de
Astilleros Río Santiago
carpinteros
de su pueblo
de
ella
compañeros
y como
empezó por el final
hoy
después
de tantos años
está a
punto de nacer en lugar de envejecer
como
es la costumbre de mucha gente.
CON VOS A CUALQUIER LADO
el
barco está oxidado
bajo
el puente Pueyrredón
en el
Riachuelo putrefacto
espejo
sucio
donde
el frigorífico la CAP
abandonado
a las ratas
se
refleja
el viejo
Alfredo me dijo
que
los años y las lunas
los
perros y los enanos
los
piojos y los elefantes
los
faroles y los desbolados
lo
visitan tarde y noche
que
las bodegas están repletas
de
escondites
donde
esconde el contrabando de nidos
donde
empolla
su
próximo y definitivo viaje
a los
andes
sobre
un burro muerto de hambre
y allá
vamos.
SÓLO UN TIPO CUALQUIERA
debo reconocer
que sólo
mi mano tendida
es lo
que puedo ofrecerte
para
levantar los adoquines
las
baldosas
y mi
pecho
para
parar en lo posible
el
daño que puedan hacerte
y si aun
así te hieren
puteá
puteá
a los que llevaron el hambre
a tu
mesa
puteá
a los que te quieren afanar
el
futuro
el
destino
y curá
tus lastimaduras desgarradas
en los
ojos tiernos
entrecerrados
entreabiertos
abiertos
del
que morirá en esa misma
Jornada.
AUSENTE SIN AVISO
esperó
la llegada
sentado
relojeando
la puerta que se abría
una y
otra vez
sin
dejar pasar
el
beso
la
mirada
la paz
la
mirada
el
beso
la
palabra.
TRAVESÍA
a
pesar que siempre viajó
en
tren
nunca
sacó ida y vuelta
y si
alguna vez volvió
lo
hizo colado
en el
techo del Estrella del Norte
con el
viento agitando su pelo
con el
viento
consumiendo
su cigarrillo
rápidamente
con el
viento
que
purificó sus agujeros años más tarde
atravesándolo
como
una bala
RUMBO COMPARTIDO
venimos
derrumbando
columnas que
parecen
pegadas
con poxipol
al
cartón podrido de viejas
escenografías
renaciendo
con
las pequeñas contribuciones
de los
hombres y mujeres
que entienden
el amor
en el
amanecer desordenado
de los
días inevitables
AL PASAR
encima
de su cuerpo
sus
miedos despejaron mis temores
y
vivimos juntos
algunos
días desde entonces
llovieron
tuercas y papeles
aerosoles
en el poniente
dispararon
gallos al amanecer
abatiendo
malos agurios
manchamos
sábanas que intentaron
en
vano
cubrirnos
y
abrimos campamentos
que
aún con tibieza
convocan
a encender nuevos fuegos.
SONRISAS DE FIN DE AÑO
tiempo
viento
tiempo
de huracanes
viento
de tiempo
viento
de hombres
huracanes
de mujeres
asomando
en las esquinas
y las
calaveras desde el fondo
morderán
la tierra, el mar, el
fuego,
bebiendo
el sol
en
carcajadas.
INTENTÓ
regalarle
la llave
eso
quería
pero
tardó tanto tiempo
que su
puerta fue abierta
con
sorpresa
a golpes
de hacha
mientras
el fuego consumía
los
últimos papeles.
BIENVENIDO
lo
recibieron con entusiasmo
y
temor
con
preguntas
con
insuficientes respuestas
para
lo que no se puede predecir
y la
miseria que nos rodea
y
andar
y
vivir
con
ladrillos que no alcanzan
para
hacer de una casa
una
casa
y el
frío
ahí
en los
huesos
de los
que están sin frío
y con
muchas ganas
de no
ser olvidados.
FALTA DECIR
algunas
veces uno se queda
tal
vez demasiado
en los
cielos azules
en las
flores
en los
arroyos
en el
río sin orilla a la vista
algunas
veces uno se queda
demasiado
en las
vueltas de la vida
en las
acrobacias compartidas sin red
que
proteja
en las
paredes chorreantes de frescas
palabras
de
nuevos hombres
algunas
veces uno se queda
demasiado
en los
lugares comunes
que no
tienen nada de malo
que
son cálidos como un cafetín
empañado
y
algunas veces uno
presiente
la posibilidad
y
escucha el sueño
porque
los creyentes del mañana
los
hacedores
los
fernandos
los
pingulis
los
sabinos
los
gabis
los
chachos
los
leonardos
los
bichitos
los
negritos
los
felipes
las
amalias
los
pacos
los
urondos
predicaron
se
rompieron el alma
se
despojaron de sus cuerpos y dolores
peleando
noches y días
con
una sola convicción poética
de
vida y palabra inconclusa todavía.
En:
Poemas del Carlón, Secretaría de DDHH del Movimiento Evita, (s.f). Foto: Jmp
Eduardo
Pereyra Rossi, “Carlón”, nació en La Plata el 19 de enero de 1950. Fue
secuestrado por una patota parapolicial, junto a Osvaldo Cambiasso, del bar
Magnum de la ciudad de Rosario, el 14 de abril de 1983. Sus cuerpos fueron
encontrados tres días después en la localidad de Zárate. La dictadura cívico-militar “informó” que
fueron “abatidos en un enfrentamiento” con la policía.
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