VILLA CASTELLS
1
La sierra serrucha
la corteza dura
y el cielo puro
entre dos pinos secos
se traga el reflejo
de algo que va a
romperse
Braulio
el perro del vecino
mea la sierra
dos piñas ruedan
por el impulso de
una brisa helada
que manda el
invierno
nunca se me hizo
tan evidente
la descompostura
como ahora
cuando un brazo
de la raíz del pino
vivo
ata las patas
traseras de Braulio
parece una
incongruencia en la imagen
pero se trata más
bien
de una relación que
puede crear el lenguaje
él me mira mientras
saca el ladrido
y la raíz se
comporta como el tentáculo
de un error que me
descoloca
quiero creer en el
pino
no desea que lo
talen
aunque la ilación
no recae en su interior
se desvía
pinchando un caño
de agua
logrando imponer
una materia fluida
a nuestra mirada
frágil
enferma
Quién podría situar
esto
¿un psicólogo? ¿un
filósofo? ¿un profesor de letras?
en esta secuencia
importa menos
sufrir una lógica
tajante
que actuar
hay que esquivar la
sierra
antes que potencie
su locura
y nos corte la
yugular
2
Jamás pensé que la
contra
se iba a presentar
así
con esa
prepotencia:
che vos… inercia
decime cuántos
fracasos más
te vas a permitir
por un tajo de luz
humedecido
Braulio me muestra
los dientes
ladra
mueve la cola
consigue aliviarme
el milagro
que le desata las
patas
en el fondo nacen
y el líquido
amniótico con trazos de sangre
es tragado por la
tierra
Chaska lame la nuca
de la cría
¡Braulio! ¡loco!
tuviste un montón
de hijitos
una cría
predestinada
que ahuyentará al
enemigo
le acaricio la
cabeza
mirando hacia la
calle
pasa Celina y me
arremolina el alma
el alma viborea en
su entrepierna
algo deja de pedir
lo cotidiano
cuando el presente
impregna la sintaxis
pasa lo que se ve
un avión plateado
el cartero y en
fumo
los pibes de la
villa de divididos
en dos bandos
los que limpian
parabrisas al costado del Liceo
y los que tienen
que hacer
de inmediato ese
camión de lácteos
estacionado frente
al almacén
percibiendo mejor
en el muro se lee:
LIBERTAD
A CASTELLS
3
La contra reaparece
haciéndome dudar de
los poemas que escribo
siento el cuero
cabelludo
como si me hubieran
arrancado los pelos
estoy entre
animalitos
que me miran
asustados:
Braulio parado
Chaska herida
las crías esperando
del amor
el ruido nazi de la
sierra no deja
que ningún sentido
sobreviva
la sierra milica
quiere hacernos desaparecer
roguemos que la
mañana
se incline hacia
nosotros
y anestesie este
dolor
4
Sólo un perro
corajudo
puede tomar impulso
y mear
por segunda vez la
sierra
Braulio
efectivamente lo hace
5
El caño sigue
perdiendo
y los cachorritos
van a beber del chorro:
Chaska los mira
ya los empolló
ya les dio
ya exprimieron sus
tetas
ya afirmaron un
rostro
en su mirada
centelleante
ya sobreviven solos
los perros
si se quiere es el
punto más dramático de la ley
6
Inercia… sería
necesario
que te instalen una
hélice en el pecho
para vivir
internamente hay
algo que hacer
ante ese miedo vago
que deja constancia
en la ausencia de
peligro aparente
Chaska sueña
profundo
Braulio entierra el
hueso
los cachorros ya
son personajes
yo trago saliva me
vuelvo autista
y espero el paso de
los trenes
para mirar el ruido
de las máquinas
después camino
hasta Tolosa
soñando con paraísos
que cambian
¿cuánta felicidad
puedo encontrar en los
chispazos
epifánicos de los que se prende ese jirón
de alma que todavía reverbera?
no te sabría decir
trato de juntarla en una bolsa
chispazos
epifánicos de los que se prende ese jirón
de alma que todavía reverbera?
no te sabría decir
trato de juntarla en una bolsa
OBSERVACIONES
II
Debe ser algo de lo real
lo que dan esas nubes escamosas
barridas por el viento bajo el cielo
azul condensado
que la boca del subte transitoriamente enmarca.
Dato ciertamente intrincado
por la intuición afásica de que todo pasa.
Debe ser algo de lo real
lo que dan esas nubes escamosas
barridas por el viento bajo el cielo
azul condensado
que la boca del subte transitoriamente enmarca.
Dato ciertamente intrincado
por la intuición afásica de que todo pasa.
VII
Libre de historia y analgésicos
el espejo devuelve
pelo lacio y rasgos duros,
nada del aparato digestivo
del dolor de la muela de juicio,
nada de esa antigua narración
que pregunta adónde,
adónde carajo conducirá todo esto.
INMEDIACIONES DE INVIERNO
Bajo una bombita de sesenta watts
la oscuridad está excluida,
ella dice que se aburre horrorosamente,
yo ni siquiera extraño el remiendo
que produce una palabra lúcida,
afuera el invierno transcurre sin interpretación.
Bajo una bombita de sesenta watts
la oscuridad está excluida,
ella dice que se aburre horrorosamente,
yo ni siquiera extraño el remiendo
que produce una palabra lúcida,
afuera el invierno transcurre sin interpretación.
Selección
de textos JMP, de los libros: “El sacatrapos” (2001, poema “Villa Castells”), “Repertorio”
(1998, poema “Observaciones” II y VII) y “Anotaciones y otros poemas” (1993,
poema “Inmediaciones de invierno”).
Carlos Martín Eguía
(Castelli, Provincia de Buenos Aires, 22 de agosto de 1964). Desde la
adolescencia reside en el partido de La Plata. Imagen: detalle tapa “El
sacatrapos”.
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