CUATRO
yo también fui un
poeta maldito.
vestí de negro.
colgué en la pared de mi cuarto
un póster de Baudelaire.
adopté aires de taciturno
demiurgos
de hurón y compañía.
fumé 41 cigarros por día
y escupí sangre francesa.
ah, qué poeta no ha querido
vestí de negro.
colgué en la pared de mi cuarto
un póster de Baudelaire.
adopté aires de taciturno
demiurgos
de hurón y compañía.
fumé 41 cigarros por día
y escupí sangre francesa.
ah, qué poeta no ha querido
ser el genio incomprendido
de su época!
y sentirse torturado y libre.
de su época!
y sentirse torturado y libre.
también fui un libertino
despeinaba mis rulos con aire
despeinaba mis rulos con aire
demencial
extravagante
y voluptuoso.
exigí que los pájaros me amaran
extravagante
y voluptuoso.
exigí que los pájaros me amaran
porque era yo
el poeta del infierno!
el poeta del infierno!
escribí versos
donde el hipérbaton
me lamía las venas.
y qué? oriné la luna a las 3 de la mañana.
jugué a los dados con Dios y empaté.
y qué? oriné la luna a las 3 de la mañana.
jugué a los dados con Dios y empaté.
me salvó la vida
Parra si mal no recuerdo.
tengo mis zapatos recién arreglados.
un pequeño dinosaurio que me gané en Mc Donalds
tengo mis zapatos recién arreglados.
un pequeño dinosaurio que me gané en Mc Donalds
y tres o cuatro
mascotas
que mueven
contentas la cola
cuando regreso a
casa/
DIEZ
salimos con Morella
a andar en bici
por la calle
Cantilo
llegamos a la plaza Belgrano
y nos sentamos en un banquito
a comer caramelos y hablar
llegamos a la plaza Belgrano
y nos sentamos en un banquito
a comer caramelos y hablar
de cómo hacen los
aviones para ir
tan lejos
“¿más que los pájaros?” me
“¿más que los pájaros?” me
pregunta
y yo sonrío.
y yo sonrío.
“¿y quién inventó
las ciudades?”
qué buena pregunta hija
qué buena pregunta hija
“¿y los nombres de
las cosas quién
los eligió?”
otra muy buena pregunta, hija.
otra muy buena pregunta, hija.
“¿y si yo me
subiera a ese árbol
el cielo quedaría
más cerca?”
le tomé las manos y
le dije que sí
“igual el cielo está más cerca tuyo
“igual el cielo está más cerca tuyo
porque sos más alto
que yo.
¿los pájaros no se cansan
¿los pájaros no se cansan
de volar?”
puede ser que se cansen.
puede ser que se cansen.
“¿y cuando duermen?”
supongo que de noche.
supongo que de noche.
“¿cuando la gente
se muere va
a las estrellas?”
no lo sé hija.
no lo sé hija.
¿ estará ahora la
abuela Mechi
mirándonos desde
una estrella?”
¡pero es de día ahora, hija!
“pero las estrellas están igual... ¿no sabías
¡pero es de día ahora, hija!
“pero las estrellas están igual... ¿no sabías
eso papi?”
sí, es verdad.
sí, es verdad.
“entonces ¿nos
estará mirando
la abuela?”
sí, seguro que nos está mirando,
sí, seguro que nos está mirando,
hija.
“bueno, entonces,
vamos a
contarnos chistes
así se ríe ella
también. empezá vos”
bueno, había una vez.
“¡no, eso es un cuento, chistes dije,
bueno, había una vez.
“¡no, eso es un cuento, chistes dije,
papá!”
y nos contamos los
mismos chistes
de siempre
y como siempre.
y como siempre.
ella con sus 7 años.
yo con mis 37.
yo con mis 37.
sobre el banco de
una plaza de City Bell
nos contamos chistes y comemos
nos contamos chistes y comemos
caramelos
y decimos que los perros ladran
y decimos que los perros ladran
a las motos
porque se aburren
de morderse la cola/
DOCE
mi primer amigo se
llamó Orlando.
vivía a la vuelta de la casa de la nona,
en Ramos Mejía.
era boliviano.
su madre se llamaba Irene.
era flaquita como un signo de exclamación.
su hermano Cristian, un poco más tímido.
del padre no recuerdo nombre,
era albañil
hacía tortas fritas gigantes
para tomar la leche.
había un bebé si mal no recuerdo.
en el patio tenían plantas de choclo
que era como el pan.
no había almuerzo
o cena
sin choclo.
yo no sé si él se acordará de mí.
y no sé por qué utilicé el pretérito
vivía a la vuelta de la casa de la nona,
en Ramos Mejía.
era boliviano.
su madre se llamaba Irene.
era flaquita como un signo de exclamación.
su hermano Cristian, un poco más tímido.
del padre no recuerdo nombre,
era albañil
hacía tortas fritas gigantes
para tomar la leche.
había un bebé si mal no recuerdo.
en el patio tenían plantas de choclo
que era como el pan.
no había almuerzo
o cena
sin choclo.
yo no sé si él se acordará de mí.
y no sé por qué utilicé el pretérito
perfecto.
vuelvo a empezar:
mi primer amigo se llama Orlando/
vuelvo a empezar:
mi primer amigo se llama Orlando/
TRECE
era una mujer
cuando la vi por
primera vez
luego tomó
la forma de un bosque
caminé su paisaje
olí sus flores
comí sus frutos
bebí su río
dormí su hierba
soñé sus animales
acaricié su crepúsculo
luego
de a poco
imperceptiblemente
fue abeja
fue puerta
cerradura
ojo gigantesco que me seguía
luego tomó
la forma de un bosque
caminé su paisaje
olí sus flores
comí sus frutos
bebí su río
dormí su hierba
soñé sus animales
acaricié su crepúsculo
luego
de a poco
imperceptiblemente
fue abeja
fue puerta
cerradura
ojo gigantesco que me seguía
donde fuese
libélula
guitarra
uña
y poco a poco fue una línea vertical
un piano de cola
un pájaro carpintero
una herradura
un paraguas
un sombrero
libélula
guitarra
uña
y poco a poco fue una línea vertical
un piano de cola
un pájaro carpintero
una herradura
un paraguas
un sombrero
era mujer cuando la
vi por primera
vez
luego fue planeta:
sobre ella vivo
sobre ella canto/
luego fue planeta:
sobre ella vivo
sobre ella canto/
VEINTE
una tarde
cuando salí a caminar
me encontré en una esquina
un árbol
dije "qué suerte, ahora es mío"
lo hice chiquito
lo guardé en mi bolsillo trasero
y fui corriendo a mi morada
cerré puertas
cerré ventanas
puse sobre la mesa el árbol
era tan pequeño que debí
cuando salí a caminar
me encontré en una esquina
un árbol
dije "qué suerte, ahora es mío"
lo hice chiquito
lo guardé en mi bolsillo trasero
y fui corriendo a mi morada
cerré puertas
cerré ventanas
puse sobre la mesa el árbol
era tan pequeño que debí
consultarlo con una
lupa
no hay problema, me dije
lo riego y listo
así lo hice
el árbol creció y creció
no hay problema, me dije
lo riego y listo
así lo hice
el árbol creció y creció
hasta tocar el
cielorraso
y yo
que no tenía con
quién hablar
tuve árbol de amigo.
saqué un par de cerámicos
tuve árbol de amigo.
saqué un par de cerámicos
y lo planté.
mientras tomo mate
lo veo andar
moverse
olisquear el aire.
agujereó el techo.
y ganó la altura de
otros árboles.
a veces trepo hasta su copa
a veces trepo hasta su copa
para mirar el río/
Selección
de textos: José María Pallaoro.
En:
“Échale la culpa a Freud”, Ediciones del Re(f)aLón, 2015.
León Peredo (1978). Foto:
Zapatillas de LP y M en FB.
8 comentarios:
León Peredo es un maestro. Así de sencillo.
El mejor profesor de literatura y de los mejores escritores de Buenos Aires<3
Hola... Hay un poema de León Peredo que comienza diciendo sin mancharse los pies" Pero no tengo el título... ¿Alguien podrá informarme?
Muchas gracias! Abrazo grande
Buenas tardes Leticia! Gracias por tus palabras!
Buenas tardes, gracias por la lectura. Lamentablemente no recuerdo ese poema. Si lo encuentro lo comparto por aquí. Abrazo grande.
León Peredo, poesía que me llega al fondo del corazón o como se llame (¿alma?).
Eso nada más. Gracias
El poema "vengo de un siglo" lo tenes?
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