MÚSICA Y OFRENDA
Un día a la vez y
todos y todas en hileras
los grises
ejércitos urbanos cumplen con el miedo
cuando la humanidad
vale un bostezo y una lágrima.
Cada día es un
ahora que se estira
en la medición
equivocada que es el tiempo
y yo una música una
ofrenda para nadie
cuando la más
compleja trama entre lo permanente
y lo fugaz y lo
inefable.
ELLA LUZ BLANCA
Corazones como el
suyo
hacen que las
flores
crezcan (para una
flor una persona es importante).
Ella luz blanca
permanente dentro de una forma, ella tambor
de luz, levedad que
cuelga del rocío en elegancia
de espada, sudor
tibio en verano de sexo con cariño, lluvia frutal,
ternura de animal
pacificado descendido del aire.
Ella reverso de mi
más lenta ceniza, de mi óxido gris,
de mi río de
árboles ardiendo, del niño
ultrajado debajo de
mi barba, de mi íntima tristeza
que pesa como el
karma, de una vida que duele por sentirla tanto.
BELLEZA VACUA
Ella sosiega los
relojes
con su elegante
encanto
de cajita musical.
Ella no adhiere
a lo ilusorio.
a lo ilusorio.
Ella no exhibe una
belleza vacua
de inútil poderío
(belleza es mucho
más que meras proporciones).
Ella irradia
suavemente
el violentísimo
fulgor
de lo que nunca
muere.
LLAGAS EN ERUPCIÓN
Brindar con vasos
colmados de un vino demasiado rojo.
Barrotes, llagas en
erupción, aislamiento.
La tristeza y sus
colmillos que desgarran cuerpo y piel.
La piel sabe a
tiempo y a olvido y nadie puede habitarla.
Y este planeta
exhausto, sin brotes, sin compasión
hacia el reclamo plañidero de
todos los hambrientos.
ANGÉLICA
Angélica
y su luz convulsa
detrás de la
belleza.
Angélica y su
gracia
tatuando los
espíritus.
Angélica y su reino
borracha de
inocencia.
Y cuando el tiempo
haga estragos en
sus manos,
cuando se
desvanezca su sueño de muñecas;
cuando conciba el
hondo grito de la oscuridad
y su otro sol sin
esperanza,
cuando le llegue el
desencanto gris
de todo lo que ha
sido una ilusión
en esta tierra
devastada;
cuando inaugure su
batalla de cristales
rotos
rotos
contra los dueños
del viento,
cuando no tenga
otra opción
que incorporarse a
la sabiduría silenciosa
de las
piedras;
cuando el portal
pacífico de la vejez
quizá la vuelva
prisionera
acaso entonces,
más que nunca,
el incorpóreo,
el cálido esplendor
de Angélica.
Selección
de textos: Jmp.
En:
“Silencio de crisálidas”, Ediciones Literarte, cuadernillo de 25 ejemplares,
primera edición, enero de 2015.
Damián Jerónimo Andreñuk (City Bell, 1986). Profesor en Letras residente
en Villa Elisa.
Foto: Angelina Jolie,
por el simple gusto de verla, nada más.
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