SERGIO MARELLI Con estas palabras desnudas




NO EN EL ÁRBOL…

No en el árbol, en tu pecho
canten los pájaros
su canto aprendido de la tierra,
como si todas las cosas estuvieran aún
tibias del aliento de Dios.


Los días se suceden más alegres
que los colores de una verdulería,
el deseo enrojezca en la fragua del pecho
y sabiamente desnuda, la vida
tiemble al final de tus dedos.


No me olvido:
el dolor y el hambre y la muerte,
los duros años de la espera,
el ángel fusilado camino al cielo,
la infancia que nos mataron
en un patio del alma,
los párpados cerrados de un portazo,
y los que viven de la muerte
en una fría tierra de desamparos.


Por eso mismo, los ojos
de par en par, abiertos,
porque quien no ve la poesía en todas partes
en ningún lado puede verla.
Tus manos crezcan para agarrar el día,
bebe el sol para no morir
de sed en la noche,
llénate de la belleza de estar vivo
como si un caballo hubiera entrado en tu pecho
para lamer hasta el último pétalo
la flor que se abre en tu sangre.
Canta como un navegante
borracho bajo las estrellas,
sueña cuando todos duermen,
la ternura te haga fuerte
y te despierte.


Tan sólo eso quiero decirte
con estas palabras desnudas
como la vida y como la muerte.







En revista Casa de las Américas, La Habana, Cuba, n° 250, enero – marzo de 2008. Director: Roberto Fernández Retamar.
Sergio Marelli (La Plata, 24 de diciembre de 1962). Fotos: Jmp